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Solo uno de cada tres policías de Ourense tiene chaleco antibalas

El principal sindicato se moviliza y pide medios y efectivos para atender riesgos como el terrorismo - Quejas por la remuneración

El secretario general del SUP en Galicia, Roberto González, con otros policías en la protesta. // Brais Lorenzo

Un año después del atraco mortal que costó la vida en Vigo a la agente Vanessa Lage, los chalecos de protección para policías todavía escasean. En Ourense solo tienen la vestimenta antibalas 64 funcionarios, un tercio de los dos centenares de efectivos de la Comisaría. La escasez de medios y de personal es uno de los motivos que vuelve a poner al principal sindicato, el SUP, detrás de las pancartas.

Unos 25 agentes se concentraron ayer frente a la Subdelegación del Gobierno y regresarán el próximo jueves. El sindicato reprocha a la Dirección General que, en una situación declarada de elevado riesgo de atentado yihadista, no se hayan dotado los suficientes chalecos individuales, medios de defensa y armas. "Tenemos cerca los sucesos de París pero nada ha cambiado para los policías. La seguridad no tiene la suficiente importancia para este Gobierno, y así de claro lo deja con los presupuestos para 2016, en los que la partida para Seguridad Ciudadana disminuye, como ocurre con los incentivos al rendimiento y la dotación prevista para indemnizaciones por razón de servicio". Así reza el manifiesto leído ayer en Ourense por el secretario general del SUP en Galicia, Roberto González. Similares manifestaciones se celebraron en otras ciudades gallegas.

Las protestas policiales en plena campaña se extienden al ámbito salarial. El sindicato tilda de "miseria" el aumento de 20 euros para remunera el trabajo a turnos. Entre otras críticas a la Dirección General de la Policía y al Ministerio del Interior, el SUP incide en que la concesión de condecoraciones "no repercute en beneficio de quienes más y mejor trabajan, ni de quienes integran las escalas más inferiores del escalafón". Según denuncian, "numerosos casos merecedores de condecoración han quedado olvidados o relegados a un menor reconocimiento".

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