Luis Milia recuerda que en el año 1997 se publicó el primer contrato homologado en el BOE para O Ribeiro con unos precios que garantizaban tanto la compra de la uva como del vino, dando lugar a una producción de unos 30 millones de kilos de uva, pero que 17 años después, en 2013, la producción bajó a menos de la mitad, a tan solo 12 o 13 millones con precios muy inferiores y sin garantías de compra ni de pago, y con unos costes de polución que subieron al 1000 por cien.

En cambio, observa que lo sorprendente fue que el número de bodegas aumentó y actualmente es el doble, y el precio del vino subió hasta el 1000 por cien, por lo que "el agricultor se empobreció y el industrial se enriqueció", y si "no se pone freno a esta tendencia creciente en pocos años desaparecerá la denominación de origen Ribeiro".