Los fiscales se verán obligados a un seguimiento activo de los casos, a falta de los medios de apoyo existentes en otros países europeos. La reforma "es un pequeño paso" pero no les da la instrucción, como demandan para equiparse a sus homólogos de Europa, ni refuerza el personal de auxilio (hay una media de 0,98 funcionarios de oficina por cada fiscal español, frente a los 14 de nuestro entorno). Sí les da el cronómetro. Una aplicación informática avisará de la extinción del plazo. Los letrados de la administración de justicia también ayudarán en Ourense a estar pendientes de la duración de las instrucciones.