Pero más allá de los problemas que suscitan los bolardos, la realidad, a la que hizo alusión el portavoz de OUC, incluso con apoyo fotográfico, es el "descontrol" que existe en el casco histórico, tanto en las entradas de vehículos, sobre todo cuando el operativo está bajado, como el masivo aparcamiento en algunas zonas, como sucede en la Plaza do Trigo.

Una situación a la que la edil de Seguridad dijo que se dará respuesta, debido a son lugares en los que no está permitido estacionar, al no existir plazas a tal efecto. Pero como indicó Martíño Vázquez, la realidad es que todo sigue igual sin que se adopte medida alguna.

En lo que existen diferentes matices es en lo que se refiere a los incidentes, ya que Flora Moure aclaró que de las 1.245 colisiones en once años, desde su implantación, solo 7 fueron debidos a fallos del sistema, y el resto a la entradas de vehículos de sin autorización y con riesgo de que se levantase el bolardo, con el consiguiente daño para vehículos, y en algún caso de personas.