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Trece policías de Ourense tuvieron "pinchado" el teléfono al empezar la investigación interna

El cuerpo renovará el grupo descabezado de drogas con efectivos de la propia Comisaría - Los interesados pueden optar hasta el viernes

Roberto González (i.) y Antonio Pousa (d.) // Brais Lorenzo

Con la investigación a agentes de la casa aún en una fase inicial, la Comisaría de Policía Nacional de Ourense quiere estructurar cuanto antes el grupo de estupefacientes que resultó descabezado a causa de la operación de la Unidad de Asuntos Internos. Suspendidos cautelarmente el jefe y el otro policía detenidos en la eclosión del caso, y con otros dos funcionarios investigados que también han pedido la baja -solo dos del catálogo se libraron, uno por enfermedad y otro recién mudado a otro destino-, la Brigada cambiará de rostros y los nuevos componentes vendrán de dentro. Los agentes con destino en la demarcación pueden optar a la convocatoria interna para renovar el grupo antidrogas. Todos los interesados pueden presentar sus solicitudes hasta este viernes. El proceso adjudicará a otro ejecutivo la plaza de responsable del grupo y también resolverá cuatro puestos de la escala básica. Los comisarios decidirán los nombres por antigüedad, mérito y capacidad. Su dictamen está abierto a fiscalización. El nuevo grupo podría estar funcionando antes de finales de mes o en enero.

Atrás quedará un año de éxitos notorios de la unidad, con importantes incautaciones desde que se puso al frente el jefe caído en la investigación interna y el que tenía más tratos presuntamente irregulares con traficante que buscaban eliminar competencia a base de "chivatazos". Una denuncia anónima captó la atención de Madrid en 2014. Un filtrador de Comisaría puso en la pista a Asuntos Internos. Pocos meses después, otro escrito sin identidad aireó a la opinión pública la desaparición sin resolver de 6 pistolas almacenadas en el búnker. Que el caso hubiera partido de un "chivatazo" de algún compañero ha tensado la convivencia interna.

A las dos derivadas, drogas y armas, han apuntado las pesquisas de la unidad secreta, que depende de la central, en concreto de la Dirección Adjunta Operativa. De hecho, el juez que llevó el caso durante meses en absoluto silencio, Leonardo Álvarez, ha citado en días diferentes a los dos agentes no detenidos que aún deben dar su versión, y a los siete policías de distintos grupos -incluido el secretario, número 3 en la cadena de mando- que han sido citado por su relación con el armero de Comisaría, en un intento del magistrado por aclarar las extrañas desapariciones de armas. Asuntos Internos considera que las sustracciones fueron encubiertas dentro, para evitar mayores responsabilidades o la intervención de una unidad central.

Cuando la investigación interna se puso en marcha, el magistrado llegó a autorizar la intervención de teléfonos de 13 policías nacionales de Ourense.

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