Cerca de 400 personas participaron en la IV edición de la Pisa da Castaña que se celebró este fin de semana en el pueblo de Purdeos, en Parada de Sil, y en la que la alcaldesa, Yolanda Jácomem resaltó la importancia de recoger las tradiciones de los mayores para conservar la memoria.

Se trata de una fiesta con un alto valor etnográfico, dado que es un proceso que comienza quince días antes secando las castañas en un "canizo" y moviéndolas con un "rodo" todos los días, algo que hacen los vecinos voluntariamente. Un proceso que no termina ahí si no que conlleva más pasos.

La fiesta contó además con puestos de artesanía, cerveza de castaña, bodegas de la Ribeira Sacra, quesos, mermeladas, y los barquillos para que todos pudieran tener un recuerdo del día. También se pudieron ver en los "castiñeiros" carteles con refranes alusivos a la castaña. Alumnos del Colegio Virxe dos Remedios de Castro Caldelas elaboraron dibujos en Primaria que estuvieron colocados en uno de los puestos y se hizo entrega del premio a los ganadores.

En la comida popular participaron 200 comensales.