Extender la vida útil de los alimentos que comemos, especialmente de cárnicos como el pollo, reduciría potencialmente esos 180 kilos de comida que, como media arroja a la basura cada año una familia por estar ya en mal estado o haber caducado. De este dato partió la línea de investigación de Alfredo Corujo, ingeniero y director técnico del departamento de I+D de Food Research Center, de la multinacional Nutreco, que presentó ayer en el encuentro AgroBiotech Innovación, celebrado el viernes y sábado en la Tecnópole de Galicia. Una investigación que consiguió dar con un embalaje que, a través de una atmósfera modificada en su interior, consigue que la carne de pollo pueda estar de 9 y 11 días, en lugar de los 5 que podía conservarse en la actualidad.Lo consideran todo un avance para cumplir la directivas de la UE de reducir el despilfarro de alimentos en el mundo en 2020.

-¿En qué consiste esta patente que han presentado en el encuentro de sectores Biotecnología, Agroalimentairo y Biomasa celebrado en la Tecnópole de Galicia, en Ourense?

-Conseguimos crear una atmósfera modificada, para extender la vida útil de la carne del pollo que es uno de los productos que producen empresas del holding Nutreco, al que pertenezco y de ahí nació este envase que consiste en una bandeja convencional de poliéster el mismo material de la botellas de agua, pero en el que metemos una atmósfera enriquecida a en CO2.. Así, por resumirlo de forma coloquial, absorbe este Co2 y dura más días sin derramarse, siempre que no se rompa la cadena del frío.

-¿Qué objetivos persigue esta línea de investigación en I+D?

-Tenemos que pensar en producir sin contaminar para una población cada vez mayor. Se calcula que mientras una familia media arroja a la basura en torno 180 kilos de alimentos caducados o en mal estado a la basura al año, dos billones de personas tienen deficiencias nutricionales, el 11 por ciento de los mismos son niños. Cada dos días que aumentamos la vida útil de un producto en en un lineal, reducimos en un 1% ese despilfarro de alimentos. Eso tiene un enorme impacto en la alimentación y en la sociedad.

- Esta carga que introducen en el embalaje para aumentar la vida útil del alimento en este caso la carne de pollo que el holding para el que trabaja produce, ¿Tiene repercusiones en la salud humana. ?

-No. España es el cuarto país en seguridad alimentaria de Europa, y la industria de alimentación de nuestro país cumple las normativas más estrictas. Este ambiente modificado no afecta pues todo lo que introducimos es de uso alimentario. Es apto para consumo humano como el oxígeno que le suministran en un hospital.

-Sin embargo algunos consumidores ven con temor la cría de tiempo récord de animales para el c consumo humano. ¿El mito de la hormonas?

-Desde el 1 del 1 de 2006 está prohibido en España añadir ningún tipo de hormonas en los piensos de consumo. Repito que tenemos los controles más exhaustivos, aquí se somete a control todo en materia alimentaria y se realizan los pertinentes controles en cada comunidad autónoma.

-La invasión de productos que, tras un embalaje y nombre comercial español, esconden en letra pequeña la procedencia de made in china ¿Merece la misma confianza para el consumidor?

-Tal vez en eso va un poco atrás el mundo asiático. En sectores como el pollo el que más controlo hay un nivel de antibióticos que estaría totalmente prohibido en España. En todo caso parece que ahora en China hay una iniciativa para hacer una gran inversión económica para mejorar su seguridad alimentaria. Hasta ahora les ha preocupado más la cantidad de lo que se produce que ese exhaustivo control.

-Un consejo como experto ¿Qué hacer para reducir tanto a nivel individual como global el despilfarro de alimentos?

"-Hay que guardar la cadena del frío cuando se compra un alimento y conservarlo en el lugar más frío de la nevera que suele ser el estante inferior y luego conciencia ya desde niños, adquirir solo lo que pensamos consumir e inculcarles que los alimentos no se pueden tirar.