Para el BNG, que ha vuelto a pedir la dimisión de Baltar, la resolución del Comité de Ética "es una condena en toda regla al presidente, al manifestar que los hechos perjudican gravemente su imagen y la de la propia institución". El reconocimiento de la "inoperancia" del órgano, añade, "echa por tierra toda la retórica y la parafernalia con la que Baltar envuelve su gestión".