La respuesta ofrecida por el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, al Comité de Ética sobre los hechos denunciados en Fiscalía por una mujer que le acusa de ofrecerle trabajo a cambio de sexo no han sido las esperadas por este órgano independiente encargado de analizar la conducta del máximo responsable de la institución provincial. Reunidos el miércoles por la tarde acordaron rechazar las explicaciones de Baltar y dimitir en bloque, convencidos de la "inoperancia" de este Comité para resolver la denuncia que previamente había presentado el PSOE.

En el escrito de respuesta que acompaña al expediente, el presidente afirma que no le ha sido notificada ninguna denuncia, que no conoce la autoría de la misma y que, por lo tanto, no puede pronunciarse. Alega falta de concreción e incluso desconocimiento sobre si los hechos se producen con posterioridad a la entrada en vigor del Código Ético, el 9 de mayo de 2014, para determinar si hubo o no incumplimiento aunque, de cualquier modo, adelanta que él "en ningún caso", lo incumplió.

Este argumento no ha sido suficiente para el Comité que reclamaba una "respuesta clara y contundente" y que, apostilla, "posiblemente sería adecuado que se diese en un ámbito político y no en este órgano". Para los cuatro integrantes el escrito remitido por Baltar les impide pronunciarse "ya que, defendiéndose, no admite pero tampoco niega la realidad de los hechos".

La decisión de renunciar fue unánime y ayer por la mañana se le hizo llegar a los implicados. Aunque la acta pedía expresamente que todas las partes implicadas la recibiesen de forma simultánea, el grupo socialista no la tuvo hasta cuatro horas después de que su entrada en Rexistro, lo que causó malestar entre los diputados.

En un escrito de tres páginas, el abogado Miguel Ángel González Trigás, el interventor Jesús Blanco, el profesor universitario Antonio González y el politólogo Enrique Varela concluyen que las explicaciones ofrecidas por José Manuel Baltar "no son satisfactorias". Sostienen que "adoptan un contenido jurídico y político, al que el Comité es ajeno, puesto que no le corresponde aplicar sanciones, sino calificar conductas". Asimismo, admite el órgano que los hechos objeto de debate "perjudican gravemente la imagen del presidente y de la institución provincial, pero añaden que esto "no tiene nada que ver con la presunción de inocencia que atañe al denunciado, como a cualquier ciudadano".

Respecto a la renuncia, al margen de la "inoperancia" para evaluar este caso, el Comité avanza que estaban trabajando en líneas de mejora para su funcionamiento, propuesta que se incluiría en su informe anual. Por su parte, el presidente ya ha puesto en marcha el proceso para reconstituirlo. Tras recibir el escrito de renuncia remitió las correspondientes cartas a los colegios de Abogados e Interventores y Secretarios, la Universidad de Vigo y Transparencia Internacional para que designen a un nuevo representante.

Las reacciones a la resolución del Comité de Ética, así como a las explicaciones dadas por el presidente que también se conocierona ayer, se sucedieron a lo largo de la jornada. Tanto el PSOE como el BNG reiteraron su petición de dimisión y recordaron el acuerdo plenario del pasado día 3 en el que, con ausencia del grupo del PP, los tres grupos de la oposición aprobaron la reprobación del presidente. El tema volverá a ser objeto de bronca hoy con motivo de la celebración del pleno ordinario de noviembre, a partir de las 10 horas. El BNG presentó una moción pero es probable que su debate sea rechazado en la votación a la urgencia, como sucedió en anteriores ocasiones.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó ayer su "absoluto respeto" por la decisión del Comité de Ético, y remite a la resolución que pueda producirse en el ámbito judicial.

Nós-Candidatura Galega también pidió ayer la dimisión de Baltar.