La Fiscalía pidió ayer una pena de 10 meses de prisión para un acusado de delito de incendio imprudente por un fuego que se propagó por varias fincas particulares a partir de una quema de rastrojos. Ocurrió el 14 de marzo de 2014 en Feás, Boborás, donde J.J.V.R. prendió fuego a los restos de un desbroce en una finca de Vilachá. Según la acusación pública, lo hizo "con omisión de las más elementales normas de cuidado" y "sin tener en cuenta la fuerte pendiente existente en el terreno", por lo que el fuego se propagó a una superficie de 1,90 hectáreas, de las que 1,50 eran de arbolado.

El fuego fue apagado por el servicio de extinción de la Xunta con un coste de 3.789 euros.