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El Concello acometerá obras en el camping de Untes, que tendrá una nueva concesión

El gobierno explicó los motivos del cierre sin fecha a la oposición en la junta de área, esgrimiendo como causa del fracaso la gestión y la entrada en concurso de Aspanas Termal

La instalación del camping de Untes con los accesos totalmente cerrados. // Brais Lorenzo

Una señal de tráfico anclada en los terrenos del camping municipal de Untes, prohibe tocar el claxon para permitir el descanso de los campistas; pegado a esta, otra señal reglamentaria indica que no se puede circular a más de diez kilómetros por hora en el interior del recinto.

Pura ironía, pues esta instalación inaugurada en 2009, con el orgullo por parte del Concello de Ourense de ser el primer camping del municipio de la capital y además sin barreras para minusválidos, está clausurado tras el verano y ademas "sine die", tras el fracaso del proyecto por falta de clientes, y la declaración de concurso de acreedores en la que ha entrado la empresa adjudicataria, Aspanas Termal, una asociación de padres y madres de personas con discapacidad, que gestionaba este camping de propiedad municipal.

El Concello busca ahora salida para rentabilizar este sueño roto. La titular del área municipal de Termalismo informó en la junta de área a los grupos de oposición de que "el primer paso que tendrán que dar desde el ayuntamiento será acometer algún tipo de obras de mejora de las instalaciones del camping y posteriormente elaborar un nuevo pliego de condiciones, para volver a sacarlo a concurso. Eso si aparecen candidatos", explica el portavoz de grupo municipal de Ourense en Común Xosé Vázquez.

El proyecto se había vendido como como un doble logro para el concello que se pasó más de diez años de complejas gestiones para hacerse con la titularidad de los terrenos emplazados en la orilla derecha del río Miño y a escasos kilómetros, en ruta cicloturistica o a pie de las termas de Outariz.

La situación del camping como zona de refuerzo para los cientos de visitantes que llegan a las termas públicas, y para animarlos a pernoctar en la ciudad era el primer aliciente del proyecto. El segundo logro es que era el primer camping adaptado para minusválidos de Galicia y único en su género gestionado por personas con minusvalías, lo que suponía un logro más para el Concello en materia de integración, a través de Aspanas Termal, pues esta asociación era la que gestionaba también hasta este verano, las instalaciones termales de Outariz para el Ayuntamiento de Ourense. Finalmente el concello ha tenido que buscar una solución de urgencia en Outariz.

Concurso de acreedores

Sin embargo como informó Faro la pasada semana, las dificultades económicas situaron al borde la quiebra a Aspanas Termal, y el juzgado ha declarado a la sociedad en situación de concurso el 9 de noviembre, en una resolución dictada por el órgano mercantil de la provincia de Ourense, el Juzgado de Primera Instancia Número Cuatro. El auto designa como administradora concursal a la letrada Yolanda Carolina Barreiro, con despacho en Vigo y hace un llamamiento a los acreedores de esta entidad des de interés público para que le comuniquen sus reclamaciones.

Pese a que la situación de Aspanas Termal, que dice que va a luchar "·por todo lo medios" para renacer de sus cenizas y volver a ocuparse de estos proyectos dirigidos a la integración de personas con minusvalías, por ahora Untes y las termas de Outariz se quedaron sin sus servicios.

"Aunque el Concello le obligó a a tener abierto el camping hasta el final del verano, nosotros s presentamos varias preguntas para ver que responsabilidad tiene la empresa por incumplir", explica Martiño Xosé Vázquez de Ourense en Común. De hecho el 17 de noviembre se hablaba ya de reclamaciones de más de un millón de euros por impagos.

Unos malos accesos

Uno de los problemas que no benefició a la empresa concesionaria fueron los malos accesos al camping. El actual gobierno municipal plante llegar a hacer una entrada directa desde la N-120 para que el camping sea más visible.

Otra "rémora" para los usuarios, es que cuando hace ya más de dos lustros comenzó la expropiación de suelo para construir el camping, el concello no llegó a acuerdo con un propietario. Así que esa senda ribereña que debería unir el camping de Untes con las termas de Outariz se corta al no haber conseguido la titularidad de un tramo.

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