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Un traficante caído en el caso de los policías vuelve a declarar

Se le incautó una pistola que, en un principio, no tiene relación con las de Comisaría - Aplazan a diciembre las declaraciones por la derivada de las drogas, así como las de siete nacionales que testificarán por las armas

A J. R. le apodan "El Tronquito". Fue uno de los 13 detenidos en la operación de Asuntos Internos, que durante meses escrutó los movimientos de la Comisaría de Policía Nacional de Ourense desde un punto de partida: la desaparición sin resolver de 6 pistolas del búnker. Un hecho insólito que los investigadores de la central aseguran que fue encubierto por distintas personas de dentro para evitar una intervención de Madrid y mayores responsabilidades. Aquellas pesquisas iniciadas al filtrarse las sustracciones a los medios les llevaron a descubrir las presuntas actuaciones delictivas de 4 de los 6 agentes del grupo antidrogas, por su relación con traficantes y fuentes de "chivatazos". Tras pasar casi una semana entre rejas en Pereiro, a J. R., dueño de un garaje de coches de la ciudad donde presuntamente se hacían intercambios de drogas, volvieron a tomarle declaración ayer en calidad de investigado. El presunto traficante, uno de los tres que están en prisión preventiva -además de J. P., alias "Pucha" y J.V.-, tuvo que comparecer de nuevo ante el magistrado instructor, Leonardo Álvarez, y la fiscal del caso, Pilar Manso, porque en su primer interrogatorio en la puesta a disposición falló el sistema de grabación.

Asuntos Internos localizó unos 8 kilogramos de cocaína, hachís y heroína en los registros, además de 85.000 euros y una pistola atribuida precisamente al "Tronquito". El arma no tiene relación, en principio, con ninguna de Comisaría, pero faltan pruebas periciales. Como ya informó este periódico, la mujer de este investigado, también detenida, denunció supuestas coacciones de Asuntos Internos. Según su versión, el inspector habría reconocido que llegaron de Madrid "a por los agentes" y que el resto "salió de rebote". Presuntamente dijeron a J.R. que si declaraba sobre "lo de la pistola", el resultado sería mejor. Esas supuestas presiones en el interrogatorio fueron ratificadas ayer.

Tras el acto de ayer, el resto de declaraciones han sido aplazadas por motivos de agenda a mediados de diciembre, salvo sorpresas. Será el turno de los dos agentes antidroga no detenidos, de otros dos traficantes investigados y de siete policías citados como testigos -incluido el número 3 del mando- para esclarecer dónde están las armas. Tras adelantarlo en una providencia, el juez volvió a advertir a las partes que actuará si hay filtraciones.

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