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Miguel Ángel González: "El Misal Auriense es una proeza, rara y muy valiosa"

El delegado de patrimonio de la diócesis destaca la vertiente de "patrimonio inmaterial" de Monterrei, la fortaleza en la que se imprimió el primer libro de Galicia en el año 1494

Roberto Castro, Miguel Ángel González, Casares y Bobillo. // J. Regal

El delegado de patrimonio de la diócesis y archivero de la catedral, Miguel Ángel González, destacó ayer en una conferencia que ofreció en el Liceo la vertiente que tiene Monterrei como "patrimonio inmaterial", porque su nombre "va unido al primer libro que se ha imprimido en Galicia, el Misal Auriense", del que quedan dos ejemplares, en la catedral de Ourense y en la Biblioteca Nacional, de los 800 que se hicieron en el año 1494, tan solo 40 años después de la Biblia.

Estos volúmenes constituyen la referencia de la llegada de la imprenta a Galicia, "con todo lo que suponía de revolución el invento de Gutenberg, que se instaló allí", en "un lugar seguro, resguardado e inexpugnable". Miguel Ángel González califica al Misal Auriense o de Monterrei como "un ejemplar curioso, raro y valiosísimo".

Miguel Ángel González explicó que se hicieron dos ediciones del Misal de Monterrei, manteniendo la misma tipografía, pero no el mismo material. Una muy reducida se realizó en pergamino, de la que se conservan dos volúmenes -el de la catedral y el de la Biblioteca Nacional-, por ser más resistentes al paso del tiempo, y otra en papel para las parroquias de la diócesis de Ourense. Los de las parroquias se perdieron, porque este misal "dejó de estar vigente a finales del siglo XVI, con la incorporación del Misal de Trento".

El delegado de patrimonio de la diócesis destacó que también hay algunas hojas sueltas de los misales que se habían distribuido por las 800 parroquias de la diócesis, que se utilizaron para forrar otros libros. "Eso demuestra que las parroquias tenían el misal impreso en papel, pero lo fueron despreciando, no tenían el interés y la cultura de valorar estas cosas y lo utilizaron para realizar distintas funciones, que los han llevado a la desaparición. De ahí que la rareza hace que los ejemplares que se conservan sean intensamente valiosos: muy valiosos", señala.

El Misal de Monterrei no es un libro de lectura para la gente, "tiene un contenido litúrgico de la misa, del santoral, pero también cuenta con algunas peculiaridades, como algún rito de exorcismo y partes musicales. Es una proeza, porque a pesar de las técnicas de la época, se hizo en tres colores, por lo que algunas páginas las tuvieron que pasar tres veces por una prensa. Está impreso a doble columna, con unos tipos góticos muy hermosos, muy armónicos, muy bellos", concluye González.

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