La principal arteria de comunicación de la provincia de Ourense, la autovía de las Rías Baixas, la A-52, permaneció cortada temporalmente ayer a la altura del término municipal de A Gudiña, a consecuencia del incendio declarado en un camión articulado, que acabó por calcinarlo por completo. La Guardia Civil de Tráfico, que abrió un atestado para determinar los hechos, tuvo que establecer desvíos por la nacional N-525 mientras trabajaban en la zona los profesionales de emergencia. El tráfico se vio dificultado durante la primera hora de ayer. El suceso tuvo lugar a las 5,45 horas de la madrugada.

Según la central de emergencias del 112 el incidente se registró en el kilómetro 124 de la autovía A-52, en sentido Benavente. Varios conductores y el propio chófer del camión afectado llamaron por teléfono al servicio de emergencias para alertar del incendio. Las llamas se propagaron con voracidad y acabaron destrozando la totalidad de la cabeza tractora. Además se propagaron rápidamente al semirremolque, que también resultaría calcinado. El vehículo pesado transportaba piezas de automóviles.

El conductor informó en un primer momento de que las llamas estaban devorando la cabina del vehículo. Fue tan rápida la propagación que cuando llegaron los profesionales de emergencias al lugar de los hechos, el fuego ya había destrozado también el remolque. Fuentes presenciales indicaron que la virulencia de las llamas provocó numerosas explosiones en la estructura del vehículo.

El 112 movilizó a efectivos del Grupo Supramunicipal de Emergencias (GES) de A Gudiña así como de Protección Civil del mismo municipio. Se encargaron de extinguir por completo el incendio mientras los agentes de la Guardia Civil de Tráfico establecieron un paso alternativo para minimizar el impacto en la circulación de la autovía A-52. Los vehículos fueron desviados por la carretera nacional N-525, que discurre en paralelo. Según fuentes del operativo, el conductor resultó ileso.

Temor a un incendio forestal

La coordinadora de emergencias también pasó aviso a personal de conservación de carreteras del Ministerio de Fomento, así como al servicio provincial de incendios. Por la temperatura inusual para un mes de noviembre, con máximas de 27 grados en la provincia, existía el temor en un primer momento de que las llamas del camión se propagaran a una zona forestal.