La caída de un falso techo en las dependencias de la Axencia Tributaria Galega, Atriga, en Ourense obligó ayer a la Consellería de Facenda de la Xunta a desalojar las oficinas de la calle Xoán XXIII y suspender la actividad durante toda la mañana. No se registraron daños personales y los obreros trabajan desde ayer al mediodía en la reparación de los desperfectos con el objetivo de la que el servicio pueda restablecerse con total normalidad el lunes.

El suceso se registró a las 8,40 horas en la oficina del Rexistro, próxima a la entrada y en un lugar en el que suele haber aglomeración de gente. De hecho, el turno se regula con un dispensador de tíquets y es habitual que se formen colas. Por suerte, el techo se desplomó 20 minutos antes de que la oficina se abriese al público, por lo que solo se encontraban allí los trabajadores. Según relataron algunos testigos, la empleada que ocupa la mesa sobre la que se cayó parte del techo pudo oír segundos antes varios chasquidos en la escayola que la pusieron en alerta. Extrañada por ese ruido poco habitual, se levantó para ir a comentárselo a otra compañera y fue entonces cuando se escuchó el estruendo provocado por la caída del falso techo.

Aplicando el protocolo de seguridad, el delegado de la Atriga en Ourense comunicó a los trabajadores el necesario desalojo de las oficinas distribuidas en dos plantas. La Xunta encargó de inmediato a su Servicio de Arquitectos un informe y determinó que la actividad de servicio público quedase suspendida. El examen técnico concluyó que no se produjeron daños estructurales por lo que la reparación se centra en la colocación del cableado suelto y una nueva placa de escayola. Los obreros comenzaron a trabajar a las 13,30 horas y se prevé que las obras concluyan este fin de semana. La Xunta también aclaró que las dependencias son alquiladas y que el arrendador se hizo cargo de los desperfectos desde el primer momento. Trabajadores de las oficinas se quejaron también de la existencia de goteras en todo el bajo y pérdidas de agua.