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Condenan a un ourensano de 76 años que agredió y vejó a su esposa durante medio siglo de matrimonio

Dio de baja la luz y el teléfono a los pocos días de tener que dejar el domicilio por orden de alejamiento

Cincuenta y seis años de matrimonio sumido en agresiones, insultos y amenazas. Manuel R. L, un ourensano de 76 años de edad, ha sido condenado por la violencia y actitud machistas que sufrió durante medio siglo la víctima. La magistrada del Penal Número Uno de Ourense, Blanca Díez, lo considera responsable de un delito de maltrato habitual y de otro lesiones. En una sentencia que no es firme y admite recurso ante la Audiencia, la juez le impone 1 año y 10 meses de cárcel, más 4 de alejamiento.

Además, el septuagenario deberá indemnizar a la víctima con 3.000 euros en conceptos de daños morales y 252 por las lesiones que le causó en la última agresión. Ocurrió el 12 de enero de este año. Un hijo vio al acusado tirando a su progenitora al suelo con un empujón. La mujer tuvo que ser asistida en el centro de salud por una contusión en el hombro. Tras esta última agresión, el juzgado protegió a la víctima con una orden de alejamiento, una medida que obligó al agresor a dejar el domicilio conyugal. A los pocos días, el acusado dio de baja la luz y el teléfono. A pesar de que una parte de la vivienda era una herencia de la víctima y la otra fue adquirida por el matrimonio en régimen de sociedad gananciales.

La sentencia del Penal Uno considera probado que a los pocos años del matrimonio, que duró 56 años, el marido empezó a insultar a la víctima con diferentes calificativos degradantes. Además la golpeaba. Los insultos y amenazas fueron presenciados por el hijo de ambos durante los 19 años en que estuvo viviendo con sus progenitores. Cuando se casó empezó a vivir en un domicilio situado enfrente.

Siguió presenciando agresiones verbales y físicas. No denunciaron antes porque a la señora le daba vergüenza. Justificaba golpes y moratones con disculpas, como que se había caído. En varias ocasiones acudía a su nuera para que le tapase las marcas con su maquillaje.

El hijo fue contundente en este caso. Su madre vivía "aterrorizada" por su padre. Su hija, nieta del agresor, dijo recordar cómo su abuela insultaba y golpeaba a la mujer. Antes del episodio definitivo, en las Navidades de 2014 el hijo vio a su padre propinando un puñetazo en el hombro a la señora. Había intentado darle en la cara, pero no acertó.

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