Una iniciativa que el grupo municipal socialista llevará al pleno ordinario de noviembre activa la polémica sobre el proyecto de la futura sede de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil en la zona de Ponte Lebrona, al reclamar que se mantenga el que ganó el concurso y no el que acaba de presentar el propio organismo de cuenca. Y esgrimen que el anteproyecto ganador del concurso de ideas de 2012 "es más barato en su ejecución y más de acuerdo con la dignidad y calidad que se requiere para una sede de estas características".

En la reciente presentación por parte del presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, anunció la construcción de su nueva sede en Ourense: un inmueble económico, funcional, sostenible y versátil cuya construcción debiera estar en torno o por debajo de los 5 millones de euros. Cuatro plantas y dos sótanos que totalizarán unos 6.000 metros cuadrados útiles en los que instalarse los 90 trabajadores que el organismo de cuenca mantiene en Ourense.

Y adelantó que, según las previsiones que manejan, en un plazo de seis meses podría estar concluido totalmente el proyecto constructivo para sacar a licitación las obras del nuevo edificio de la Confederación Hidrográfica. Eso lleva consigo que podría estar operativa la nueva infraestructuras para finales de 2017 o principios del 2018.

Por su parte, el portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero, en los argumentos de la iniciativa alerta de la paralización durante cuatro años de la construcción del edificios, y asegura que se debieron a "motivos políticos y no económicos ni de espacio", como así lo habían manifestado en un principio desde el Gobierno central y la propia CHMS, sobre todo después de que se demostró que "el nuevo proyecto es más caro y ocupa una superficie semejante".

Convenio

Otra de las cuestiones en las que incide Vázquez Barquero es sobre el "incumplimiento" del convenio entre el Concello de Ourense y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, así como de la "falta de transparencia" en la presentación del nuevo proyecto por parte del alcalde, Jesús Vázquez, y del presidente de la CHMS, Francisco Marín, en el salón de plenos.

En este sentido, los socialistas reprochan al gobierno popular y a la propia Administración del Estado que "no sabemos nada de quién lo firmó, ni el procedimiento de encargo y adjudicación del proyecto, así como su coste total", salvo lo que en su momento "daban a conocer a los medios de comunicación, pero sin que cuenten con información oficial.

En la presentación del nuevo proyecto, Francisco Marín explicó que el nuevo edificio está concebido en base a tres parámetros: economía, funcionalidad y sostenibilidad. Y que se le podría añadir un cuarto: la versatilidad, ya que la estructura en la que se piensa habrá de soportar una posible ampliación de 2 plantas sobre las 4 iniciales en caso de ser necesario ampliar el espacio.

Según explicó el técnico Joaquín Sánchez, el inmueble habrá de totalizar 6.000 metros cuadrados a una media de 1.000 metros por planta (4 alturas y 2 sótanos), e irá construido en elementos tradicionales de los espacios de las cuencas que gestiona, es decir: piedra granítica del país, primando sobre el resto de elementos constructivos, con la madera y el cristal en segundo plano.

Con la intención de que el proyecto definitivo pueda estar listo en abril de 2016, para proceder a su licitación, Francisco Marín indicó que el coste estimado es de 5 millones de euros, aunque se mostró convencido de que se rebaje sustancialmente. Y concretó que la inversión la asumirá íntegramente el organismo de cuenca, porque para estos infraestructuras, "por desgracia, no hay ayudas", se lamentó.

En lo que incidió Marín, y es en lo que se centra la polémica con el grupo socialista, es que el edificio y el presupuesto de ejecución "estará muy lejos del que hubiera resultado de aquel que, bajo el seudónimo Illa na corrente, había ganado en julio de 2012 el concurso de ideas convocado para la futura sede".

Y si por parte de la Confederación Hidrográfica del Miño Sil se tienen claros los "beneficios" que supone el cambio con el nuevo proyecto, los socialistas dicen estar en total desacuerdo, y recuerda que con la llegada del PP al gobierno central se paralizó el proceso de construcción de la nueva sede, alegando en sendas comparecencias que se descartaba el anteproyecto elegido y se procedería a "repensar" la inversión y la funcionalidad del edificio, dada la situación económica, y se demoraría hasta que esta mejorase.

En los motivos que se expusieron por parte del gobierno central figuran el "alto coste" del edificio, unos 4,5 millones de euros, así como las dimensiones, entorno a los 6.5000 metros cuadrados. Y ahora, por lo que anunció el presidente de la CHMS, la inversión estaría en los 5 millones de euros. Lo que para Vázquez Barquero no hace más que reflejar que había una intencionalidad política para no ejecutar el proyecto aprobado.