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La arquitectura local en cuatro esquinas

El Colegio de Arquitectos reivindicó los edificios entre el Paseo y Cardenal Quiroga

Participantes, ayer, ante el edificio modernista de 1909. // Jesús Regal

Un solo tramo del casco urbano, el cruce entre Paseo y Alejandro Outeiriño con Cardenal Quiroga, reúne cuatro edificios que resumen a su vez cuatro muestras bien distintas de la historia de la arquitectura local. Allí confluyen desde el modernismo del edificio que albergó en su día el Hotel Miño y Bazar Ourense (1909) , obra de Vázquez Gulías, a la actual sede de Abanca, obra del catalán Mercader (1891).

También en ese mismo cruce urbano está la Casa Conde (1934), cuyo bajo ocupó el Barco Pastor y obra del arquitecto Manuel Conde y justo enfrente, dando sombra a la mítica escultura de "A Leiteira" se levanta un edificio en apariencia anodino, pero con el que sus autores, Mariano Rodríguez Saa y Antonio Alés Reinleim (este último autor a su vez de la Torre de Ourense), introdujeron la primera muestra del racionalismo en la arquitectura local y que fue inaugurado en 1937 .

Este cruce de caminos urbano, desapercibido muchas veces para el ciudadano, fue el itinerario escogido ayer por los participantes del programa "Olladas de Ourense", una iniciativa que suma ya 16 visitas a otras tantas muestras emblemáticas de la arquitectura local, que organiza el Colegio de Arquitectos de Ourense.

Su presidente, Alberto de Paula explica que "con estas visitas abiertas a todo aquel que quiera participar, tratamos de acercar a los ciudadanos el conocimiento que tenemos de la arquitectura".

La también arquitecta ourensana Elvira Carregado fue la encargada de ir desvelando las características de estos edificios que, como el caso del racionalista de Saa y Reinleim "son uno de las pocos ejemplos de un movimiento que ya se había extendido mucho antes en Europa, y en el que priman la función sobre la forma, un edificio que fue el que dio paso al movimiento moderno en la ciudad", indicó.

La historiadora María Victoria Carballo-Calero, muchos representantes del Colegio de Arquitectos y sobre todo decenas de ciudadanos se sumaron a la iniciativa al producirse en un lugar de confluencia, como el Paseo, en esta nueva "ollada", en la que Carregado fue la encargada de presentar cada uno de estos pequeños buques de la arquitectura local, con sus proas atracadas en un cruce urbano que, pese a la escasa diferencia espacial en las fechas de su construcción e muestran realidades arquitectónicas muy diferentes.

También cabe reconocer a Elvira Carregado esa expresiva la definición de "las cuatro esquinitas" para identificar espacio ese tramo urbano tan diverso en esta ollada que no será la última sino que habrá "más miradas a edificios hoy casi desconocidos", indica Alberto de Paula.

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