Duró poco la expectación generada por la moción de urgencia presentada por Democracia Ourensana al pleno provincial de ayer para que el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar, explicase las acusaciones sobre un supuesto ofrecimiento de empleo público en 2010 a cambio de sexo. Los tres grupos de la oposición se reunieron antes de la sesión y acordaron levantarse si el grupo del PP, aprovechando su mayoría absoluta, impedía que se debatiese la reprobación y petición de dimisión del presidente. Y así fue. El portavoz del grupo de gobierno, Plácido Álvarez, fue contundente: "Es un tema estrictamente personal, el presidente ya dio explicaciones. Nos parece extremadamente mal que hurguen en esos temas", alegó.

Los portavoces de los tres grupos de la oposición, PSOE, DO y BNG, calificaron de "lamentable" este argumento y recordaron que nunca antes se había rechazado la urgencia de una moción. Además, sostienen que la denuncia trasciende el ámbito personal del presidente ya que la mujer aporta como prueba grabaciones de conversaciones en las que se menciona un posible cambio de puntuaciones en un proceso de selección de personal cuando Baltar ya presidía la institución y había puesto en marcha un ERE.

El BNG propuso que la urgencia se debatiese al inicio de la sesión, y al ser descartada la oposición abandonó en bloque con la idea de convertir la iniciativa de DO en una propuesta conjunta con la que pidieron un pleno extraordinario. Al final del ordinario, que ayer siguió su curso con la ausencia de los 11 diputados, Baltar Blanco calificó de "numerito" y "montaje típico" este plante y reprochó la "falta de respeto institucional". También sugirió la posibilidad de no convocar el pleno monográfico insistiendo en que la denuncia responde a un "ataque personal" que nada tiene que ver con la institución ni con la gestión política provincial.

Esta posibilidad se quedó solo en una declaración y tres horas después de que su grupo hubiese rechazado la urgencia de la moción, Baltar convocaba el pleno extraordinario para el próximo martes 3, a las 10 horas, con un punto único, la "reprobación de la conducta de José Manuel Baltar Blanco y su dimisión como presidente de la institución". A pesar de felicitar la diligencia, DO mostró su asombro ante la "urgencia absoluta" con la que se convoca este pleno horas después de impedir el debate con el argumento de que no era un tema urgente. Toda una "incoherencia" para los diputados de esta formación.

También el PSOE había presentado varias preguntas para su respuesta oral en el pleno de ayer centradas en el contenido de las conversaciones grabadas por la denunciante y publicadas por eldiario.es. Quería el grupo que Baltar aclarase si es su voz la que se escucha pero el presidente eludió referirse a esos audio y se escudó en que se trata de un tema personal que se deberá resolver fuera de la institución.

No obstante, la oposición le considera único responsable del "bochorno" que sufre esta provincia tras la publicación de la denuncia y ve "indigno" que siga como presidente, en palabras del portavoz socialista Ignacio Gómez. El diputado del BNG, Ramiro Rodríguez, justificó el plante y dijo que "no podíamos seguir debatiendo una orden del día como si no pasase nada". Afirmó que lo que está encima de la mesa es "el uso histórico que la familia Baltar hace de la Diputación, constatado ahora con la voz de sus protagonistas", en relación a las grabaciones. Lo más decente, apuntó, "sería dimitir y dar paso a una verdadera renovación que desde la renuncia de Baltar padre no se produjo".

José Manuel Baltar recriminó a la oposición que abandonase el pleno y puntualizó que rechazar la urgencia fue una decisión de su grupo: "Eso es democracia". Abandonar el pleno como hizo la oposición "no es política", apuntó. El grupo provincial del PP también emitió un comunicado para expresar su "total rechazo a la incomprensible e irresponsable" actitud de la oposición. Su ausencia del pleno, dijeron a través de un comunicado, "supone un desprecio absoluto y una burla a los ciudadanos a los que se priva del debate de asuntos de gran importancia para sus concellos". Denuncian los integrantes del PP que la oposición esté "más interesada en cuestiones de índole personal y en desprestigiar al presidente, a la institución y a su partido de gobierno" y esperan que los 11 diputados "siguiendo su congruencia y comportamiento ético renuncien a las dietas que les corresponderían por la asistencia a esta pleno". El PP se mostró especialmente molesto porque el portavoz socialista apelase al Código Ético redactado por Baltar en el que se exige evitar comportamientos "que perjudiquen mínimamente la imagen de la institución".