Sanidade da un paso al frente para desactivar las protestas del colectivo de celadores del Chuvi, que llegó a protagonizar un encierro y varias movilizaciones para denunciar que se había dejado en manos de una empresa privada parte de las funciones que hasta ahora venían desempeñando en los hospitales. En una reunión de casi tres horas celebrada ayer en Santiago, los representantes del Sergas ofrecieron al colectivo recuperar sus tareas de gestión auxiliar y transporte interno. El externo que hasta ahora recaía en celadores conductores seguiría subcontratado a una empresa.

Los casi 450 trabajadores afectados están llamados hoy a las 17.00 horas a una asamblea en el Álvaro Cunqueiro para votar la propuesta y el jueves trasladarán formalmente su decisión. Su portavoz, Mónica Domínguez, reconocía ayer por la tarde que la propuesta "es positiva" y más porque se fija un plazo máximo de un mes para que la empresa contratada en Beade para realizar el "Transporte Interno de Gestión Administrativa" (TIGA) abandone el servicio.

El colectivo atribuye la propuesta a la "dura lucha" y las protestas que protagonizaron durante semanas y advierten de que de regresar a sus puestos les queda "muchísimo trabajo por hacer para reestructurar el servicio y lograr que el hospital funcione correctamente".

En la mesa de negociación estaban el nuevo conselleiro, Jesús Vázquez Almuiña, la directora de Recursos Humanos del Sergas, el gerente del Sergas, el gerente de la EOXI de Vigo y cinco celadores. Su principal crítica es que se hubieran puesto tareas que forman parte de la atención sanitaria en manos de personas sin formación.