El Concello de Ourense no adoptará, por el momento, decisión alguna sobre la situación que deriva del contagio por legionela de dos trabajadores de la empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza, Ecourense. En este sentido, el concejal de Medio Ambiente y Limpieza, José Araújo, reconocía que Sanidade "es la que marca los tiempos", y de la que "vamos de la mano", en referencia a la nueva inspección que se realizó en la jornada de ayer en las instalaciones de la empresa, cuyos resultados serán determinantes para la adopción de medidas.

Lo que confirmó ayer el responsable del área de Limpieza es que se tuvo conocimiento del primer caso de legionela en un trabajador de Ecourense el 1 de octubre, cuando se había detectado un mes antes, en septiembre. Y fue a través de una comunicación de la concesionaria al jefe de servicio, en la que además se indicaba que se habían adoptado las medidas de desinfección en algunas zonas de las instalaciones, como las duchas de los trabajadores.

En su momento, se consideró un "caso aislado", pero aún así y aunque el trabajador fue dado de alta, por parte de Sanidade se ordenó a la empresa concesionaria adoptar las medidas necesarias para subsanar el foco de la bacteria. Ahora, cuando se ha constatado un segundo caso de contagio, en un trabajador que permanece ingresado en el Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), el gobierno municipal señala que la inspección de Sanidade "constató que no se adoptaron las medidas indicadas a finales de septiembre", cuando se produjo el primer caso.

Vehículos inmovilizados

De ahí que, ante estos acontecimiento, Sanidade ordenase la inmovilización de un total de 20 vehículos, todos relacionados con el baldeo de agua bruta -sin tratar-, tras constatarse que no se habían operado en ellos las medidas indicadas a la empresa. Sobre esta cuestión, el coordinador de Infraestructuras, Medio Ambiente y Limpieza, Ismael Méndez, indicó que se trata de una inmovilización que está pendiente de que Ecourense presente el correspondiente certificado de desinfección química por parte de una empresa especializada en esta materia.

Por lo de pronto, y de forma provisional, el edil responsable del área de Limpieza, José Araujo explica que se mantendrá el baldeo, por lo que "seguiremos trabajando con agua clorada hasta ver si el problema es del agua bruta o de los mecanismos de su tratamiento y del proceso de limpieza".

Lo que no descartan, como así avanzó Ismael Méndez es que una de las medidas que se pueden adoptar pase por incorporar algún sistema con cloro para que el agua bruta que se capta directamente del río Miño, en los cuatro puntos establecidos, y que se utilizará para la limpieza de las calles y plazas de la ciudad.

En lo que incidió Araújo, siguiendo la línea que marcó el alcalde, Jesús Vázquez, después de que se tuviese conocimiento de los dos casos de legionela en trabajadores de la concesionaria de Limpieza, es que por parte del Concello "se trabaja con cautela y evitar, de esa forma, alarmar a la ciudadanía", con lo que justifica la apertura de un expediente informativo, pero dejando claro que una vez contemos con toda la información "tomaremos las decisiones que correspondan".

Sobre las críticas de los representantes de los trabajadores ante la falta de información, ya que de ambos casos tuvieron conocimiento en la jornada del pasado viernes, 23 de octubre, el edil de Limpieza asegura que "el gobierno no tendrá inconveniente en hablar con el comité de empresa", y recordar que "ya lo hizo en ocasiones anteriores".

Lo que confirmaron ayer trabajadores de la empresa es que el operario permanece ingresado, con oxígeno y bastante débil, después de visitarlo en el centro sanitario.