Un hombre acusado de un delito de receptación aceptó ayer cumplir una pena de seis meses de prisión tras admitir que adquirió varias joyas sabiendo que habían sido robadas "con el ánimo de obtener un provecho económico mediante su venta a terceros", según recoge el escrito de acusación del fiscal con el que el imputado se conformó beneficiándose de una modificación de la pena inicial.

El acusado fue detenido el 13 de septiembre de 2013 dentro del taxi al que se había subido para despistar a la policía. Antes se había desplazado desde Xinzo al barrio ourensano de Covadonga con tres joyas de oro, un reloj tasado en 1.446 euros y dos cordones tasados en 1.200 euros "con intención de venderlos".