R. R. O. se acogió a su derecho a no declarar y su progenitora, R. O. S., también eligió no contestar a ninguna pregunta, ayer, en el juicio celebrado en el Penal Número Dos de Ourense por un supuesto delito de malos tratos en el ámbito familiar. Sin versión del presunto agresor ni tampoco un relato de los hechos de la víctima, deberá ser la magistrada la que determine si hay prueba para dictar una condena.
El fiscal mantuvo su acusación al término de la vista oral. Sostiene que el imputado golpeó a su progenitora y que corresponde imponerle una pena de prisión de 3 meses, además de una orden de alejamiento de 200 metros durante un periodo de 1 año y 6 meses.
El ministerio público no solicita la mayor pena posible, puesto que tiene en cuenta atenuantes de la responsabilidad penal. El acusado está diagnosticado de bulimia, un síndrome ansioso depresivo, esquizofrenia y sufre episodios de convulsiones que afectan a su capacidad intelectual de forma parcial, según dictaminaron los médicos forenses en el procedimiento.
Los hechos ocurrieron la tarde del 28 de agosto de 2013. Madre e hijo iban en el coche. Conducía la progenitora por las inmediaciones del Puente del Milenio de Ourense. Según la versión del ministerio público, los dos empezaron a discutir. El acusado la conminó a que siguiera conduciendo bajo amenazas de agredirla. Presuntamente, le llegó a dar un manotazo en el brazo, lo que hizo que la señora se golpeara contra la ventanilla del automóvil.
La mujer sufrió un traumatismo en el brazo derecho y cervicalgia. Requirió para su sanidad de una primera asistencia médica. Estuvo 5 días impedida para sus ocupaciones habituales, 4 de ellos de forma total. El Sergas prestó una atención cifrada en 335,89 euros. En caso de condena, el acusado deberá asumir esa cuantía más 200 euros de indemnización a su madre.
