Una mujer de 43 años se enfrenta a una petición de condena de 10 meses de prisión por comprar un teléfono móvil pese a "tener pleno conocimiento de su procedencia ilícita", según manifestó la fiscal ayer en el juicio por un delito de receptación. El teléfono, un Samsung Galaxy S4 valorado en 669 euros había sido sustraído por dos desconocidos a una persona bajo intimidación con una navaja. La acusada "se lucró de su adquisición a bajo precio", indicó la fiscal.