| Fueron expedientados y suspendidos de militancia a petición de la ejecutiva local del partido, en enero de 2014. Veinte meses después los ya exediles calificados entonces de "díscolos" por abandonar un pleno para no votar lo contrario que su alcalde, en un tema que veían de dudosa legalidad, siguen suspendidos de militancia en el PSOE, pese a que el expediente caducó sin resolverse. Su caso hizo pública la guerra interna que vive la familia socialista ourensana. En la foto Bayo, Vázquez, Penín, Vilachá y Devesa cuando eran ediles. Siguen sin tener voz y voto en su partido
