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Piden 3 años para la madre y la abuela que dieron una paliza a una maestra de Verín

La defensa plantea un acuerdo de conformidad -La docente, con más de un cuarto de siglo de experiencia, tardó en recuperarse veinte días y sufrió estrés postraumático

La agresión se produjo el pasado mes de junio. // Brais Lorenzo

La insultaron, le tiraron del pelo, la zarandearon, la arañaron y fueron reducidas por un vigilante cuando tenían una silla a su alcance. Las presuntas agresoras de una profesora de Verín, madre e hija, se exponen a una posible condena de 3 años de cárcel por la paliza que propinaron a una maestra del CEIP "Princesa de España" de Verín, el pasado mes de junio. La progenitora María Isabel H.S., de 29 años, y María del Carmen S. M., de 54, acometieron contra la docente porque esta había reprendido a su niña el día antes.

A las 11,45 del 11 de junio de 2015 exigieron explicaciones a la profesora, con 27 años de experiencia y más de una década en el ciclo de infantil, después de que la niña llegara a casa con un arañazo en la mano. Según contó la víctima a FARO tras la agresión, la niña de las detenidas había "lastimado" a otra en la hora de la comida -supuestamente, arañándola en una mano-, y la maestra le afeó esa conducta. "Le dije si le gustaría que la lastimaran a ella", e hizo el mismo ademán cogiendo una mano de la escolar y pasándola por encima de la otra.

Sostiene la Fiscalía que cuando la funcionaria estaba explicando los hechos, madre y abuela se abalanzaron sobre ella de modo sorpresivo y violento, la arañaron en la cara y en el brazo, le tiraron del pelo hasta el punto de arrancarle mechones, la insultaron e in tentaron golpearla con las sillas. La docente se golpeó contra ellas cuando intentaba escapar. La abordaron en un aula, sin alumnos, donde la docente estaba con otra compañera. Los gritos de auxilio alertaron a un vigilante de seguridad

Como consecuencia de estos hechos, la maestra sufrió erosiones de arrastre, hematomas en rodillas, antebrazos, piernas y muslos, arrancamiento de pelo, así como síndrome ansioso reactivo, tal y como certificó el médico forense.

Tuvo que recibir dos asistencias médicas y tratamiento médico. Según consta en el procedimiento, tardó en curar veinte días, durante los que estuvo impedida para sus ocupaciones. Como secuela le ha quedado un estrés postraumático de intensidad leve, de acuerdo a la valoración del médico del Instituto de Medicina Legal (Imelga).

Desde el día de los arrestos y puesta a disposición de las presuntas agresoras, de etnia gitana, está en vigor una medida cautelar que les prohíbe acercarse a la víctima a menos de 300 metros, así como comunicarse con ella por cualquier medio o procedimiento.

Según el escrito de calificación registrado a principios de este mes, la Fiscalía considera que los hechos constituyen un delito de atentado en concurso ideal con un delito de lesiones. Pide una pena de 3 años de cárcel para cada una de las acusadas, así como una orden de alejamiento durante 4 años. La víctima renunció a cualquier tipo de indemnización que pudiera corresponderle por estos hechos.

La defensa mantiene la intención de alcanzar un acuerdo de conformidad con la acusación que salde el proceso y rebaje la pena. Fue la primera intención desde el inicio del proceso, hasta el punto de que se daba por hecho un juicio rápido. No fue posible porque la recuperación de la maestra se demoró y los certificados del médico forense son imprescindible.

En la puesta a disposición judicial, la madre admitió los hechos pero exculpó a la abuela. Según su versión, se puso "nerviosa" y perdió "el control" cuando acudió al centro a pedir explicaciones a la docente, después de que su hija llegara a casa, el miércoles, y dijera que unas marcas en una mano eran culpa de la profesora.

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