Una de las salas de la planta baja del centro cultural Marcos Valcárcel se ha convertido desde ayer en el aula que combina la docencia y el gusto por el arte y la ciencia en una misma materia. Una exposición organizada por la Institución Galega da Ciencia, Igaciencia, rompe así la frontera entre ambas disciplinas tendiendo un puente para despertar la curiosidad de una por la otra. "Es un camino de ida y vuelta", explica Inés Ben González, organizadora de la muestra, "en el que la ciencia se deja influir por el arte, y viceversa". Eleva así a la condición de contenido expositivo nociones artísticas y científicas que no figuran en los libros de texto.

A través de paneles, el visitante descubre que la ciencia está patente en las vanguardias artísticas del siglo XX. Los puntillistas que pasan a pintar sin mezclar en la paleta, pone como ejemplo Inés Ben, están influidos por la química. O el arte óptico y su vinculación con los estudios de neurólogos y fisiólogos. El caso más representativo es el cubismo "el movimiento más rompedor de la historial del arte que pretende demostrar un mundo cuadridimensional a partir de la teoría de la relatividad".

Otra parte importante de la exposición la compone una parte creativa con obras de Manuel Díaz Regueiro, que presenta una colección de arte en 3D con una variedad de piezas elaboradas sobre un trasfondo matemático. Piezas que llevan al plano tridimensional la sucesión numérica de Fibonacci, que es la que reproduce la configuración de las semillas del girasol, pone como ejemplo el autor. "Son obras que salen de fórmulas matemáticas y que cuando aplicas el resultado toman estas formas".

Pero además, la exposición que ayer se inauguró en el Centro Cultural Marcos Valcárcel con la presencia del secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, y que podrá visitarse hasta el próximo día 20, incluye la presentación animada del método compositivo paso a paso del maestro del cubismo Juan Gris. Y como "primicia", también la explicación científica del uso del color en sus obras, explicó Inés Ben, que asegura que el estudio del método empleado por este pintor es todavía objeto de estudio en congresos internacionales matemáticos en los que participa Manuel Díaz Regueiro aportando sus creaciones.

El objetivo de esta exposición, según explicó ayer Valentín García, consiste en ilustrar y ahondar en el diálogo entre la ciencia y el arte. En como se relacionan entre sí ciencia, matemáticas, tecnología, arte y vida, y de como la geometría rige la construcción de muchas obras de arte y la investigación científica influye en el contraste de los colores. Incluso tras la simbología artística gallega hay ciencia.