Los nuevos juzgados de Ourense permanecen acordonados desde esta mañana debido al riesgo de desprendimiento de uno de los elementos de su fachada. Un cristal de unos cuatro metros del altura se ha desprendido de la estructura que lo sostiene, junto a la entrada principal del edificio. Operarios analizaban a primera hora los desperfectos para evitar la caída del elemento.

La nueva sede judicial ourensana se ha visto envuelta en la polémica desde su inauguración, en febrero de este año. El inmueble, que costó 17 millones de euros, suma tres denuncias por deficiencias ante Inspección de Trabajo por parte del sindicato UGT y una treintena de peticiones de obras y cambios consensuadas por jueces, funcionarios y otros operadores.

Además, el juez decano dirigió una queja a la Xunta quejándose de la peligrosidad de algunos elementos, como las escaleras de acceso, que ya han registrado dos caídas graves.