M. D. S. M., un hombre de 31 años de edad y nacionalidad portuguesa, se sentó en el banquillo de los acusados ayer por un delito de amenazas en el ámbito familiar. La Fiscalía pide una condena de 9 meses de prisión, así como la privación del derecho para la tenencia y porte de armas durante dos años y medio.

El individuo recibió una llamada de su exmujer el día 16 de octubre de 2013. Según la versión de los hechos que defiende la Fiscalía, M. D. S. M. intimidó a su expareja. Presuntamente le dijo que la iba a matar, a cortar la cabeza, y que antes de terminar en prisión la enterraría. También la habría amenazado con "darle donde más le dolía", en alusión al hijo de la mujer. El juzgado de instrucción dictó una medida de alejamiento al día siguiente.