La Guardia Civil es la institución más valorada por los españoles según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). El instituto armado, ejemplo de "valentía, honorabilidad y entrega" en palabras del subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, celebró ayer su patrona, Día del Pilar. La Comandancia de Santa Mariña, en la ciudad, y el resto de acuartelamientos de la provincia de Ourense abrieron sus puertas a familias y ciudadanos para festejar una jornada dedicada a la contribución a la seguridad ciudadana del cuerpo, así como a la memoria de los agentes fallecidos. En la capital el alcalde y varios concejales, el subdelegado del Gobierno, representantes políticos y autoridades judiciales como el presidente de la Audiencia, el magistrado decano o el fiscal jefe, participaron en los actos de la Benemérita. Aunque el protagonista recayó sobre agentes distinguidos ayer con medallas al mérito por su labor profesional.

El sargento de Policía Judicial José Luis Ferreiro Nóvoa, responsable del grupo de delitos contra las personas, recibió la Cruz de Plata. A su mando está la unidad que resuelve los crímenes. El del cura es el que los atarea desde hace 7 mese. Antes resolvieron con éxito el del holandés de Petín o el del chófer asesinado en Verín.

La Dirección entregó la cruz con distintivo blanco a otros dos investigadores que participaron en las pesquisas sobre la muerte del conductor -la denominada Operación Silueta llevó a prisión a la exmujer, la hija, el novio de esta y un sicario-, el cabo primero César García y el guardia civil Aser Moreiro. Recibieron la misma mención los guardias civiles Alfonso Prado y Manuel Rojas, artífices de entregar a la justicia a los implicados en un fraude millonaria de estafas a aseguradoras mediante accidentes simulados. Es la llamada Operación Aleta, que estalló en 2011 y sigue en fase de instrucción con decenas de personas imputadas.

La Guardia Civil de Ourense extendió ayer las menciones a otros tres guardias civiles (Manuel Cid, José Justo Rodríguez y Eladio Yáñez), así como al inspector jefe de Policía Judicial de la Policía Nacional, Demetrio Martínez. Todos ellos y el responsable provincial de los forenses, el subdirector del Imelga, Julio Jiménez, fueron reconocidos con la cruz con distintivo blanco.

Esa insignia le fue impuesta ayer, igualmente, al guardia civil José Miranda, recompensado por un servicio humanitario. El agente impidió que un hombre se ahogara en un río. Antonio Rial, con el mismo rango, recibió la cruz al mérito militar con distintivo blanco.

En el acto del Pilar de ayer, el instituto armado afianzó su apuesta por destacar actos de civiles. La Comandancia entregó una mención honorífica a cuatro guardas de seguridad privada, "por su incansable celo profesional y estrecha colaboración". Distinción recogió, por último, el gerente de Autos González "por su constante colaboración".

La fiesta en Ourense de la Guardia Civil se inició con una eucaristía en la Catedral. Los actos se trasladaron después a la Comandancia. Además de la imposición de medallas, se celebró una ofrenda solemne por los agentes fallecidos en actos de servicio. El gesto finalizó con una salva honorífica. El subdelegado y el teniente coronel pronunciaron discursos de agradecimiento y compromiso.