Concentrar en un solo edificio todas las oficinas de la CHMS en Ourense para conseguir una mayor eficiencia del servicio público y una mayor comodidad para los ciudadanos es una de las prioridades a la hora de dotar a este organismo de una nueva sede que aglutinaría en el mismo edificio oficinas que ahora se reparten entre Progreso, Curros Enríquez y Habana.

La nueva edificación tendrá una superficie total aproximada de 6.000 metros cuadrados, y se levanta sobre un solar de mil metros en la calle Francisco Lloréns con avenida Pardo de Cela. Según explicó el técnico Joaquín Sánchez, en la planta baja se situarán las dependencias de la Comisaría de Aguas y los laboratorios. En las tres plantas restantes se ubicarán las oficinas de la dirección técnica, presidencia y planificación. El desnivel de la parcelas se resuelve con dos plantas semisótano para aparcamiento y archivo integrando el conjunto en la trama urbana.

La eficiencia energética y la sostenibilidad se logra con la orientación adecuada, ubicando la mayoría de los despachos en la fachada norte del edificio, lo que supondrá una reducción del consumo en refrigeración, dejando la fachada sur, más soleada, para los espacios comunes y de paso.

Marín explicó que desde un punto de vista simbólico y representativo de la cuenca del Miño-Sil, se utilizarán materiales de construcción autóctonos, como pizarra, granito y madera. En la fachada exterior del edificio se proyectará en vidrio el mapa que delimita e identifica la demarcación hidrográfica "dotando así a nuestra nueva sede de originalidad, simbología y personalidad propias", indicó. Joaquín Sánchez explicó que el elemento pétreo verdoso representa el color de la cuenca y el vidrio el reflejo de la luz sobre el agua.