Un libro editado por la Tecnópole y la Xunta de Galicia recoge algunos de los trabajos de diez años de Galiciencia, que cumple este mes de noviembre su décimo aniversario de feria científica destinada a incentivar el talento creador de los jóvenes gallegos que, desde 2006 y con el apoyo de sus propios tutores en los centros escolares, han hecho una brillante recopilación de inventos dignos de pequeños genios.
En 2006, el ganador de la primera edición de Galiciencia fue Carlos Nieto con un proyecto de investigación que se anticipaba a los problemas de escasez de agua potable, mostrando cómo desalinizar el agua del mar y convertirla en agua dulce a través del sol. Carlos es el ejemplo de la estimularon científica que generó Galiciencia. En la actualidad, está pendiente de iniciar un máster en neurociencia.
En 2007 los premiados fueron Iván, David, Bruno, Lucía e Ismael, que tras diseccionar excrementos de ave pudieron saber qué tipos de roedores había en su zona, Maceda, en cuyo IES San Mamede estudiaban entonces.
En 2008 Juan Pirola y Rodrigo Barreiro, también hoy universitarios, arrasaron con un proyecto bioedificio sostenible adaptado a la climatología ourensana y en 2010 fueron María Mediavilla y Endika Arquero, con un análisis sobre las propiedades alimenticias de los probióticos. Ese año se llevó otro merecido premio un prototipo de mochila ergonómica.
Un año después, en 2010, Ana Esteban y Uxía Fernández se llevaron el primer premio con una ventanas que incluían un sistema de climatización de la vivienda a través de una cámara de agua entre cristales.
En 2011 el primer premio fue para Adrián González, Martín Álvarez y Luis Rodríguez, quienes se adelantaron con un dispositivo de control remoto por ordenador. Una cámara con sensor captaba los movimientos de los chavales y activaba el ordenador sin tocar el techado. No es de extrañar que en la actualidad Adrián y Luis estudien Informática e Ingeniería de Tecnologías de las Telecomunicaciones, respectivamente.
En 2012 Pablo Dobarro, Carlos Almuiña, Pedro González y José Manuel Vigo se llevaron todas las fotos de la portadas al ganar Galiciencia con un prototipo de vehículo eléctrico que recorrió la Tecnópole. "Un coche tolo que mola un montón", según definición de uno de uno de sus creadores.
