El cese de Rogelio Martínez como delegado territorial de la Xunta en Ourense y el nombramiento en su lugar de Marisol Díaz Mouteira aprobado el jueves por el gobierno gallego acarrea movimientos organizativos en diferentes instituciones que afectan también a la Diputación Provincial. El presidente de esta, José Manuel Baltar, confirmó ayer que tendrá que prescindir de uno de sus estrechos colaboradores, César Fernández, llamado a ocupar el escaño que la designación de Díaz Mouteira deja libre en el Parlamento de Galicia.
El puesto de asesor cultural que ocupaba César Fernández entre el equipo de confianza de Baltar ya tiene destinatario. Se trata del presidente de la Federación Provincial de Comercio, Aurelio Gómez Villar, que fue concejal del PP en el pasado mandato con Rosendo Fernández. Su elección fue inmediata, el mismo día que Feijóo anunció el cese de Martínez, si bien Baltar no firmará el decreto de nombramiento hasta el próximo miércoles, una vez que César Fernández tome posesión de su escaño en el Parlamento, al inicio del Debate sobre el Estado de la Autonomía. El día antes, el martes, se formalizará la renuncia de Marisol Díaz Mouteira.
El grupo parlamentario del PP ha sufrido varios cambios en los últimos meses y el partido se ha visto obligado a tirar de la lista. El pasado agosto renunció "por razones profesionales y personales" la verinense Carmen Pardo, que fue sustituida por la presidenta de Novas Xeracións del PP de Ourense, Jackeline Elizabeth Fernández Macía. Dos meses antes, el exconselleiro de Educación, Jesús Vázquez, abandonaba también el suyo para ocupar el sillón de la Alcaldía de la capital de As Burgas tras ganar las elecciones de mayo. En este caso, la sustituta fue la propia Marisol Díaz Mouteira, que vuelve a dejar el Parlamento gallego para iniciar una nueva etapa al frente de la delegación territorial de la Xunta en el puesto que durante casi siete años ocupó Rogelio Martínez, que fue alcalde de Arnoia y vicepresidente de la Diputación.
Respecto a este cese, el también presidente del PP, José Manuel Baltar, enmarcó ayer esta decisión de Núñez Feijóo en el "ámbito competencial" de la Xunta. Mostró su reconocimiento al trabajo desempeñado por Rogelio Martínez y deseó "todos los éxitos del mundo" a Marisol Díaz Mouteira". Baltar enmarca el cambio en la delegación territorial en una "serie de renovaciones" acometidas por Feijóo "con el fin de ganar en impulso y cercanía al ciudadano, y de que en este tramo de legislatura que queda se vea que el partido reaccionó después de las elecciones municipales". El presidente provincial descarta que el nombramiento de Díaz Mouteira sea una concesión del Feijóo por tratarse de una afín a Baltar que se posicionó a su favor en el polémico congreso de 2010: "Esas cuestiones quedaron en el Paco Paz, todas las elecciones que se celebraron después de aquel congreso reflejaron que somos una fuerza política imbatible".
Por su parte, César Fernández se mostró ayer "ilusionado" con la aventura parlamentaria que inicia el miércoles, tarea que afronta con la "responsabilidad de representar a una provincia no Parlamento". El puesto de diputado le genera una incompatibilidad con el de asesor en la Diputación pero no con el puesto de concejal que ejerce en Ribadavia, donde es portavoz del PP y seguirá trabajando desde la oposición para lograr "un gobierno útil". Aunque todavía no conoce cuales serán sus responsabilidades en el grupo parlamentario, Fernández asegura que tiene mucho que aportar. "Me gustaría centrarme en la comarca de O Ribeiro pero también podría entrar en la comisión de Cultura. En estos tres años he podido conocido muy bien el sector y sus necesidades".
