Denunciar hechos falsos es delito. Movilizar los recursos de la Policía para beneficio propio tiene castigo en el Código Penal. M.D.C.R. se enfrenta a una multa de casi 3.000 euros tras ser descubierta en una mentira por los investigadores de la Comisaría de Ourense del Cuerpo Nacional de Policía.

Según la Fiscalía, la mujer se presentó el 20 de febrero de 2014 en la oficina de denuncias para comunicar que esa misma mañana, un hombre la había amenazado con un objeto punzante y obligado a entregar diversos efectos, entre los que se encontraba un teléfono.

El juzgado abrió diligencias penales y la Policía descubrió que la denuncia no era veraz. Presuntamente, la mujer siguió utilizando el teléfono móvil después de fingir el robo. Según los agentes de la investigación, desde el mismo número se siguieron efectuando llamadas a los números habituales de la víctima, lo que no casaba con que personas desconocidas se hubieran apoderado del terminal.

Entre los destinatarios de esas comunicaciones posteriores a la denuncia figuraba el hijo de la acusada, según subraya el escrito de acusación del ministerio público.

Presuntamente, la mujer efectuó una de esas llamadas que la delataron solo diez minutos después de que hubiera tenido lugar el supuesto robo. El caso irá a juicio en un juzgado de lo Penal de Ourense, donde la imputada dará su versión.