Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Obras de emergencia para recuperar hábitats y frenar la erosión

Los alcaldes ven insuficientes las ayudas por el gran incendio de Cualedro: "La ganadería está en la UVI"

El Gobierno compromete 500.000 euros y declara la superficie afectada en cuatro concellos "zona de actuación especial" -La Xunta aún "perfila" acciones para paliar el daño - El sector demanda flexibilidad con el pastoreo

Un rebaño de ovejas pasta en A Saceda (Cualedro), con la Serra do Larouco arrasada por el fuego. // Brais L.

A los hermanos José y Celso Pérez el fuego les arruinó "el 80%" de una 100 hectáreas de pasto que poseen en terrenos de los cuatro concellos afectados por el gran incendio de Cualedro del 30 de agosto (con 3.200 hectáreas arrasadas, el segundo más devastador de este siglo). Con medio centenar de ejemplares de vacuno y bovino en la zona de O Bouso (Baltar), son uno de los rostros de los damnificados aun después de que el fuego se apagara. El sector, en crisis por el abandono del rural pero que aún mantiene varios centenares de animales en la comarca, está preocupado por el futuro por la restricción al pastoreo, la amenaza de multas y el aumento de gastos para comprar alimento o surtirse de la hierba almacenada. "El incendio nos echó a perder la ganancia de todo un año de trabajo de nosotros dos, nuestros padres ayudan, y 3 tractores. Ardieron más de 200 rollos de hierba. Lo primero que pensamos fue abandonar; al final hay que sacar adelante la explotación y no hay muchas más alternativas de trabajo", retrata José. El compromiso de inversión de 500.000 euros anunciado ayer por el Gobierno ha sido bien acogido pero, como los alcaldes, los afectados urgen más ayudas y medidas para paliar los daños.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente declarará la zona afectada como de "actuación especial", según confirmó Isabel García Tejerina, por carta, a la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana. La inversión se centrará en la "restauración forestal y medioambiental de las superficies más gravemente afectadas". Según el Gobierno, "está previsto declarar la emergencia de las obras más urgentes, de manera que se minimicen los daños por la erosión como consecuencia del incendio, y se recuperen a la mayor brevedad los hábitats dañados".

"Me alegro de que el Gobierno demuestre sensibilidad , pero en un principio me parece poco para la inmensa catástrofe que ocurrió aquí: solo en Baltar ardieron 300 hectáreas de pinos de 15 o 20 años y la restricción a los ganaderos los pondría en la UVI. Espero que pueda haber otras ayudas y que entre todos los alcaldes sigamos haciendo un frente común", avanza el de Baltar, José Antonio Feijóo.

El de Xinzo, Antonio Pérez, ve positivo que el Gobierno "escuchara nuestra reivindicación". Además de la reforestación comprometida por el Gobierno, urge una "solución inmediata" para los agricultores y ganaderos afectados. El regidor resalta la buena disposición de algunos productores limianos, "que sirvieron su sobrante de hierba y pacas a explotaciones con problemas de pastos por culpa del incendio".

En Cualedro, con 1.808 y la mitad de jubilados, las llamas arrasaron un millar de hectáreas en un nuevo ataque del goteo de incendios que sufre el rural ourensano cada año. Su alcalde, Luciano Rivero, valora que la financiación estatal sirva para recuperar las zonas de arbolado calcinadas de la Serra do Larouco, pero del mismo modo recuerda que "a quien hay que ayudar es a los ganaderos y agricultores, que fueron los auténticos perjudicados". Solo en la aldea de Vilela, subraya, quedan "entre 400 y 500 cabezas de ganado".

El presidente de la Xunta compareció tras el incendio para garantizar una línea directa de ayudas a los autónomos damnificados y alimento durante el invierno para la cabaña ganadera, en función de las necesidades de cada explotación. La administración también se comprometió a reforestar las más de 700 hectáreas de arbolado asoladas por el fuego. Ayer, la consellería de Medio Rural explicó que "los técnicos aún están evaluando la zona para perfilar las acciones que se llevan a cabo".

La ley prohíbe el pastoreo en zona quemada durante un periodo de 2 años, una medida que los ganaderos piden flexibilizar por la situación extraordinaria del fuego de Cualedro, que afectó a 22 localidades y se propagó a un ritmo voraz de 7,5 hectáreas arrasadas por minuto. "Para nuestra tranquilidad nos gustaría que la administración nos asegure por escrito que no habrá problemas si viene el Seprona o la Policía Autonómica", explica José Pérez.

Desde la consellería apuntan que cualquier medida al respecto depende igualmente del informe de los técnicos y que el criterio es "hacer factible la actividad de los ganaderos". En cualquier caso subrayan que en Cualedro, casi la mitad de los daños fueron en zonas agrícolas, y las limitaciones no son tan altas como en monte.

Compartir el artículo

stats