Imagínate que vas de compras a una tienda de decoración y bricolaje cualquiera. Te paseas con indecisión por el pasillo de las pinturas, ¿será mejor al agua o normal? Y cuando estás allí, en medio de tu mar de dudas tu smartphone te saca del apuro. Acabas de recibir un mensaje de la tienda que te pregunta si necesitas ayuda y te ofrece un descuento del 10% en el color en el que te has parado a mirar durante más tiempo. No es el futuro, es hoy. Y no es Japón o los Estados Unidos, es Ourense.

Marcos y Moisés tienen más de diez años de experiencia en el mundo de internet y a principios de este verano instalaban su empresa "Clicisa" en la Tecnópole. "Hemos detectado una tendencia en el desarrollo de programas y aplicaciones en el internet de las cosas", explicaba Moisés Mateo una tendencia en auge a la que han decidido sumarse.

El internet de la cosas es un campo de innovación en el que los fabricantes se sumergieron en el momento en el que la lavadora, la cafetera o la nevera empezaron a poder conectarse a internet y así ser controladas remotamente por su propietario desde cualquier punto del planeta solo con la ayuda de su teléfono móvil.

"Por el momento esta corriente está demasiado enfocada al usuario final", explicaba Mateo. "Los fabricantes se centran en conectar distintos cacharros a internet para que estos faciliten o mejoren la vida de las personas", indicaba. Como ejemplo, la cámara que Xiaomi y Google han lanzado al mercado y que permite a los padres ver y escuchar en directo todo lo que ocurre en la habitación de sus hijos cuando ellos no están. "O los cientos de aplicaciones existentes que te permiten conocer los grados de temperatura a los que se encuentra tu casa y regular la calefacción en consonancia", explicaba una de las mitades de esta empresa.

Enfocados a la empresa

Pero el usuario ya está bastante servido en cuanto al uso de estas tecnologías, es en el nivel industrial en el que estos dos emprendedores han detectado el nicho de negocio. "Nosotros estamos trabajando para orientar todo este mundo no solamente a los usuarios sino también ponerlo al servicio de las empresas", indicaba este experto.

Un servicio que permitirá a las compañías "mejorar su productividad y su relación con los clientes", argumentaba. Su labor se trata de algo parecido a lo que ya vienen haciendo otras empresas a lo largo y ancho del mundo. "Es una idea que ya existe en otros lugares y que se trata de crear una aplicación que el cliente pueda descargarse en su teléfono móvil y que con la ayuda de un aparato instalado en la tienda este detecte cuando el consumidor entre en la tienda y sus movimientos en ella", indicaba. Así solamente con poner un pié en el establecimiento ya recibiríamos un mensaje de bienvenida de la marca y en el caso de llevar un rondando un producto durante días la empresa tendría la capacidad de sorprendernos, por ejemplo con un descuento en ese artículo para inclinar la opción de compra.

Así que desde "Clicisa" tienen claro que "son todo ventajas pues esta herramienta permite a las marcas conocer mejor al usuario y ofrecerle un producto mucho más adaptado a las necesidades del consumidor". Una estrategia que fideliza fácilmente al consumidor sin necesidad de realizar campañas masivas, "que a veces son muy poco efectivas" pues se dirigen a franjas de consumidores muy poco definidas.

"Clicisa" quiere ir además un paso más allá pues tienen claro que se trata de una "tecnología disruptiva que ha venido para quedarse".

Uno de sus primeros clientes es una empresa que proporciona servicio al instalador profesional. "La idea es que cuando el instalador atraviese la puerta el empleado que esté detrás del mostrador sepa sobre todo sobre él", indicaba Moisés Mateo, "desde quien es, con que frecuencia visita el establecimiento, cual ha sido su última compra, si tiene autorización para comprar a crédito o incluso si debe alguna factura", enumeraba. Lo que antes hacía la memoria, parece ser ahora tarea de la electrónica.