Mientras el Poder Judicial dilucida las dos reclamaciones registradas por una posible negligencia en la desprotección de la ourensana Isabel Fuentes -quejas de la familia y del colectivo feminista, con apoyo de 1.200 firmas y unas 30 organizaciones-, sigue su cauce la fase de instrucción por el crimen perpetrado en mayo en el hospital. La juez del caso, cuestionada por desatender las advertencias de riesgo de la Guardia Civil, denegó hace días la puesta en libertad de Aniceto Rodríguez, de 75 años, a la espera de que los forenses informen si está en condiciones de responder ante la justicia, tras dos intentos frustrados.
Hasta el momento ha afirmado no recordar nada de los hechos. Tras acuchillar a su mujer, se lesionó, tuvo que ser operado en dos ocasiones y sufrió un ictus cuyas secuelas deben determinar los médicos a servicio de la justicia. El agresor machista está ingresado en la prisión de A Lama (Pontevedra), equipada con mejores instalaciones médicas.
La acusación particular mueve ficha. La abogada de la familia, Beatriz Seijo, ha propuesto nuevas diligencias y la acumulación en una única causa de los dos procesos que de momento siguen por separado en el juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Verín: uno por el asesinato y otro, anterior, por el ataque previo en el domicilio conyugal, en abril, que se clasificó como un delito de robo desmontado por la Policía Judicial de la Guardia Civil.
La unidad orgánica de Verín es clave en el proceso. Advirtió a la magistrada del "peligro" que supondría no restringir las visitas de la mujer, ante las certezas de los investigadores sobre la implicación de Aniceto Rodríguez. La juez rechazó poner en el foco en el esposo, tras rebajar a "conjeturas" las conclusiones de la Policía Judicial.
La acusación particular ha pedido a la magistrada de Verín que cite a declarar a los agentes, para corroborar, por ejemplo, el atestado en el que desmontaban un robo como móvil del primer ataque a Isabel Fuentes. Aquellas conclusiones fueron puestas por escrito solo 5 días después de la tentativa.
Por otra parte, la acusación particular también espera una respuesta afirmativa a otra solicitud. La abogada Beatriz Seijo considera necesaria una reconstrucción de los hechos en el domicilio conyugal de Pazos (Verín). Aniceto Rodríguez dijo que ya dormía cuando oyó a su mujer pedir auxilio. Al bajar, según su versión, la encontró malherida por el supuesto ataque de unos desconocidos. Los investigadores descartaron que nadie hubiera entrado y concluyeron que debió ser Aniceto el autor de un golpe por detrás a su mujer, con un martillo, mientras veía la televisión.
