El alcalde de Ourense, Jesús Vázquez, ratifica que el gobierno local asumirá el actual Plan General de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado en el pasado mandato y diseñado por encargo del anterior equipo de gobierno socialista, y espera iniciar cuanto antes la negociación para cambiar solo "algunos flecos" del mismo.

Por ese motivo señaló que espera contar de entrada con el apoyo del PSOE, pues "estamos hablando de un plan que parte del anterior gobierno, por lo tanto no sería normal que ahora empiecen a ponerle atrancos -señaló - a un plan que hace unos meses decían que íbamos a echar abajo o gastar dineros en encargar otro ".

Jesús Vázquez salía así ayer al paso de las declaraciones del portavoz del PSOE en el Concello, José Ángel Vázquez Barquero, en las que este señalaba que no tenía conocimiento de en qué estado estaban temas como el expediente de expropiación de As Burgas, o el procedimiento para la aprobación del nuevo PXOM.

"El PSOE es conocedor de en qué momento están los trámites y tiene información del PXOM porque es el plan de su grupo", indicó el alcalde. Solo se mostró dispuesto Vázquez a plantear esos "flecos que están ahí" para presentarlos al resto de los grupos" aunque no matizó de qué cambios se trata.

El alcalde reconoce que al estar el grupo de gobierno en minoría, (diez escaños frente a 28 que tiene la corporación local ourensana), es consciente de que necesita el apoyo de la oposición "y hemos sido transparentes en todo momento".

Ratificó la intención del gobierno local de empezar a negociar ya "para acelerar esta norma de inversión que permitirá el desarrollo de la ciudad", matizó en referencia a la necesidad de acabar con la inseguridad jurídica que frena inversiones urbanísticas en Ourense, al carecer de un plan de urbanismo ourensano.

Aprobar el PXOM es además fundamental en estos momentos, dada la incertidumbre por los recursos que pesan sobre el ordenamiento urbanístico provisional, único sostén que ampara la edificabiidad en 31 ámbitos de la ciudad, tras la anulación por sentencia del PXOM de 2003. Una situación que se complicó con la reciente vuelta de tuerca del TSXG, al decidir traslado a fiscalía el debate sobre la legalidad o no del "contenido" de ese ordenamiento provisional, que es lo que iba a juzgar, sino sobre el "continente", es decir sobre la posible inconstitucionalidad de esas normas.

Por su parte, el portavoz del grupo municipal socialista, pese a esa llamada al pacto que le hizo el alcalde afirma que no ha decidido aún su voto. "Por ahora solo tenemos el informe del equipo redactar del Plan pero no lo hemos estudiado en profundidad; no vamos a pronunciarnos sobre si apoyaremos o no el PXOM hasta que conozcamos cuáles son las alegaciones aceptadas y también es fundamental conocer el contenido de todos los informes sectoriales para saber cómo va a quedar definitivamente el plan ".

As Burgas, problemática

Jesús Vázquez se refirió también al expediente de expropiación de As Burgas, necesario para desarrollar el PERI de esa área y su desarrollo como entorno termal. El expediente no está parado como señaló Barquero "y continuando el expediente de expropiación porque hay un acuerdo aprobado por unanimidad en el anterior gobierno municipal", explicó, aunque reconoció que puede ser "problemático y acabar en los tribunales".

El alcalde se refiere al proyecto de expropiación de los terrenos de nueve particulares, entre ellos los de Xardín das Burgas, en el que iba a ubicarse hace años el fallido hotel balneario de As Burgas, y la de los Baños de Outeiro

El anterior gobierno ya había hecho su propia tasación para hacerse con la propiedad de las parcelas de este entorno afectado por el BIC de As Burgas, nueve propiedades en total, que tasó en 1.050.000 euros. El acuerdo fue recurrido por varios de los afectados, entre ellos los dos que tienen mayor superficie a expropiar, Xardín das Burgas y Casa de Baños, a los que ofertaba el Concello 372.000 y 512.000 euros respectivamente. Ambas cantidades son muy lejanas de los ocho millones de euros que pedía Xardín das Burgas al Concello por los daños derivados de la paralización de su frustrado hotel-balneario y los cinco millones de Baños de Outeiro.

El expediente de expropiación ya caducó dos veces durante el pasado gobierno municipal y ahora el Concello lo retoma por respetar un pasado acuerdo, aunque con temor a la judicialización.