El anterior alcalde de Piñor, el socialista Francisco José Fraga, y su grupo político acusan al nuevo gobierno bipartido de tener paralizado el Concello. Le recrimina que ha dedicado cien días de gobierno ha "deshacer el trabajo de muchos años", que no se prestan muchos de los servicios que hacían de Piñor un concello volcado en los vecinos.

Fraga critica que este verano después de muchos años no hubo actividades, ni excursiones, dejó de hacerse la Festa dos Veciños, donde se juntaban los vecinos de las distintas parroquias para confraternizar y "hacer concello". Tampoco se cubrió la baja de la educadora familiar dejando sin atender muchas familias que demandaban sus servicios.

Pero a mayores, denuncia "se están echando a bajo proyectos y servicios estratégicos para el futuro de Piñor como el de dinamización forestal. Pasamos de un concello dinámico a un concello paralizado donde lo único que se hace es remover en los papeles".

A mayores, dice hay un incremento del gasto corriente como consecuencia de "una nefasta gestión basada en prácticas caciquiles y clientelares", que no se respetan los derechos de representación de la oposición en la comisión de cuentas pese a ser el PSOE el grupo mayoritario del Concello, "llegando al extremo de pretender que le pidamos permiso para poder hacer gestiones en las oficinas municipales".

El PSOE también percibe desgobierno, provocado por la existencia de dos alcaldes "más ocupados en sus luchas que en resolver los problemas de los vecinos, tomando en muchos casos decisiones opuestas, lo que es atado por uno poco después es desatado por el otro".

Asimismo, denuncia falta de gestión y de iniciativa política, afirmando que lo único que se hizo fue continuar con lo que estaba previsto y "para eso se hizo tarde y mal". Explica que de las obras de asfaltado proyectadas no se ejecutó ninguna pese a que se está acabando el verano, que los caminos previstos para rozar aún están casi todos sin hacer, las averías de la traída de aguas se arreglan cuando le cuadra, y más cosas.

Concluye Fraga que han sido 100 días más que suficientes para que los vecinos de Piñor se vayan dando cuenta de lo que había detrás de tanta fachada y de tanta artimaña, "llegaron a caballo de mentiras que el tiempo se va ir encargando de desmontar".