No se trata solo de acoger refugiados, sino de garantizarles un futuro en su lugar de destino en igualdad de derechos y obligaciones. Con ese objetivo, el Concello de Ourense se ha puesto manos a la obra, y es el primero de Galicia, que ha elaborado un protocolo de ayuda a refugiados, pero no solo al pueblo sirio, sino a cualquiera que en calidad de asilado llegue a esta ciudad. Por esta línea de trabajo diseñadas desde Ourense, es extrapolable a cualquier otro municipio.

El protocolo incluye los capítulos no solo de ayuda primera sino de integración de las personas acogidas, a través de un servicio de inmigración que pone a disposición de los beneficiarios a cuatro profesionales, un trabajador social, un educador, un abogado y un psicopedagogo.

A través de este protocolo se prevé la actuación prevé la intervención social con los refugiados en las tres fases sucesivas desde su llegad a la ciudad que son las de acogida, asentamiento e inserción.

El Concello de Ourense explicó ayer más pormenorizadamente el contenido de este protocolo que ha enviado a la Federación Gallega de Municipios y Provincias, y que se desarrollará centralizado desde el centro de atención a inmigrantes, que ya está realizando su trabajo desde hace tiempo a través de la Concejalía de Asuntos Sociales.

El mencionado equipo formado por el trabajador social, educador, jurídico y psicopedagogo tendrán como cometido garantizar la atención, formación, asesoramiento y el seguimiento a los refugiados, desde la fase de acogida hasta su integración social.

Ayuda transversal

No habrá una sola concejalía encargada de ayudar a estos inmigrantes o refugiados, sino que el trabajo será transversal y se complementará con el que realice la Concejalía de Asuntos Sociales, que va dirigido a personas inmigrantes residentes en la ciudad, pero que según explicaba el Concello "pueden ser adaptados a la problemática especifica que tienen los refugiados".

Según el texto del protocolo de ayuda redactado por el Concello de Ourense, "el derecho a buscar y recibir asilo es un derecho humano fundamental que se deriva del principio internacionalmente conocido del respeto a la dignidad de las personas y de las obligaciones legales asumidas por el estado, en virtud de la firma de la Convención de 1951 sobre Estatuto de los refugiados su protocolo de 1967 y otros instrumentos internacionales".

Por lo que respecta a las tres fases de actuación previstas por el Concello de Ourense, la primera de ellas se ocupará de "suavizar en la medida de lo posible el impacto a la realidad del país, y las circunstancias de llegada que tiene cada refugiado y de cubrir sus necesidades básicas". Ahí está el alojamiento, asistencia médica, psicológica y psiquiátrica a estas personas.

En este sentido está previsto realizar sesiones informativas con un intérprete y mediador cultural y se prestarán servicios de asesoramiento y voluntariado. Se contará para ello con 20 voluntarios dirigidos a ayudar a los posibles acogidos.

Clases de idioma, servicio de apoyo a la escolarización de los niños y facilitar el acceso a las prestaciones de emergencia que puedan necesitar, serán otro de los cometidos que se llevarán a cabo en esa fase intermedia.

La tercera fase, la fundamental, será la de integración de los refugiados, en iguales condiciones que cualquier otro vecino de Ourense. la "fase de asentamiento", que viene prevista en este protocolo.

En esa fase de asentamiento continuará la labor de apoyo con trabajo social, entrevista de seguimiento, informes sociales, pero también se les ayudará a encontrar una vivienda económica, a encontrar empleo

Fase autónoma

El protocolo redactado por el Concello y pionero en su género llega hasta el final y en la fase "autónoma", tratará de ayudar al refugiado a normalizar su situación a través de un seguimiento de las dificultades que puedan encontrar en cualquier aspecto en una ciudad y una país que son no solo distantes sino muy distintos del país del que proceden.