La ciclogénesis dejó ayer en Ourense vientos de hasta 105,8 kilómetros por hora en Manzaneda y lluvias intensas sin que se registrasen incidencias graves. En la capital, un árbol cayó sobre un vehículo que estaba aparcado en el barrio de As Lagoas a última hora de la tarde por lo que los bomberos procedieron a retirarlo. Por la mañana, un camión se salió de la vía en la N-525, en el polígono de Barreiros. Toda la provincia permanece hoy en alerta naranja por viento, y se han suspendido las actividades escolares en el exterior. Las rachas de viento podrían superar los 110 km/h en la montaña.

El bajo caudal que presentan los ríos debido a la ausencia de lluvias este verano evitó que se produjesen desbordamientos a pesar de que las precipitaciones fueron intensas en toda la provincia. En Entrimo se acumularon 107 litros de agua por metro cuadrado. El alcalde, Ramón Alonso, explicó que la lluvia comenzó a las 12, 30 y no cesó en todo el día, de ahí que se acumulase mucha agua, si bien no se registró "ninguna incidencia".

El 112 registró ocho llamadas hasta las siete de la tarde relacionadas con el temporal. Además, los servicios de emergencias avisaron del aumento del caudal del Río Caldo en Lobios que acabó por desbordarse y cubrir las termas. La alcaldesa, María Carmen Yáñez, explicó que es lo habitual cuando se registran lluvias abundantes. Además de esto y "algún árbol caído" en las carretera, dijo la regidora, la jornada fue tranquila.

En Ribadavia los parques infantiles, paseos y senderos amanecieron señalizados por precaución y el viento provocó alguna caída de árboles y ramas pero ningún daño al tendido eléctrico, según destacó el alcalde, Ignacio Gómez. Tampoco en Verín, donde el río Támega suele causar problemas, se registraron incidencias. Protección Civil sigue hoy en alerta.