"¿Viste ya a la Santiña?" era la pregunta que todo feligrés de San Salvador de Vilanova le hacía a su vecino al encontrarlo en el atrio de la iglesia. La mayoría de las veces la respuesta era afirmativa pues el pasado lunes muchos de ellos asistieron a la entrega de la reproducción elaborada por el artista granadino Manuel Granai. Después venía el juicio, la opinión.

En general les parece bonita pero "no es la nuestra", defienden. Manuel Ristre, uno de los miembros de la comisión de fiestas tenía oportunidad de tenerla en la mano: "Cuando la sostuve pensé, ¡Dios está de vuelta!, pero después al fijarme un poco más ya te das cuenta de las diferencias", explicaba.

A pesar de ello, Ristre y el pueblo entero reconoce el gran labor realizado por Granai: "No la ha visto nunca en directo, lo que ha hecho, ayudado sólo de fotografías es increíble", explicaba. Una de las vecinas expresaba con una metáfora su sentimiento por la nueva imagen: "Es como tu madre, y una fotografía de ella, puede salir muy guapa en la instantánea pero no es lo mismo".

Además la lluvia impidió la que sería la primera subida de la imagen al centro de Vilanova a través de la Barronca, una antigua calzada romana. La tradición cuenta que al pasar por este tramo a la Virgen le cambiaba el color del manto, un fenómeno que no se pudo comprobar.