Vilanova celebró ayer su primer día grande de la Virxe do Cristal sin el que fue su párroco durante más de 45 años, don Adolfo y también por primera vez en muchos años sin el emotivo encuentro de la imagen con los danzantes que no pudieron salir debido a la lluvia.
Eduardo de los "Rin, Rin", nacido en esta villa medieval pero residente en Vigo, como el 80% de sus oriundos, comentaba mientras cerraba su paraguas y se resguarda en uno de los soportales de la plaza: "Esto es un detalle de la Virgen por la desaparición de su imagen y la muerte del cura, no está contenta y no quiere fiesta", aseguraba.
La reproducción de la Virxe do Cristal elaborada por el artista granadino Manuel Granai. // Jesús Regal
Lo cierto es que todos los vecinos coinciden en que en los últimos cuarenta años no habían tenido que cancelar nunca la procesión. "El año pasado sin ir más lejos, llovió por la mañana pero para el momento del encuentro, despejó y pudimos disfrutar del momento que es muy emocionante", comentaba una feligresa antes de entrar en el santuario para la celebración de la misa.
Este año tuvieron que conformarse con una réplica y una vuelta rápida con ella alrededor de la iglesia, la lluvia no dio tiempo a más. Un día en el que se combinaron en Vilanova el júbilo de la fiesta con el triste recuerdo del asesinato del párroco, Don Adolfo. Un suceso acaecido hace algo más de seis meses del que todavía poco o nada se sabe y que continúa causando conmoción.
Los misterios de Vilanova
Faustino se mudaba desde el concello vecino de A Bola a esta localidad celanovesa hace más de cuarenta años, "me encantó en cuanto la vi y decidí vivir aquí", explicó. Tanto él como ninguno de sus vecinos no entienden todavía lo que le pasó a Don Adolfo: "Otro tan bueno como él no existe en el mundo", sentenciaba, "no se puede comprender que alguien quisiese hacerle daño". Faustino y su mujer Pura recordaban el caso de una vecina que tras la muerte de su único hijo quedó bajo el cuidado del párroco: "Se encargó de ella como si fuese de su familia", contaban.
No encuentran motivos y los escasos avances en la investigación de la muerte de este sacerdote, al que sus asesinos arrebataron también el pequeño tesoro de la parroquia, la imagen de la Virxe do Cristal, favorecen las conjeturas. Según el parecer de Faustino, el responsable más probable sería algún coleccionista que ante la rareza de la pieza se habría encaprichado de ella: "Y para conseguirla envió a dos matones, y como Don Adolfo la llevaba habitualmente en el bolsillo quizás quiso resistirse y lo mataron", sospechaba. Una tesis que se apoya en los propios hechos: "Tenía también un cáliz de plata y 400 euros que no se llevaron"., recordaba.
Hay opiniones de todo tipo, pero la mayoría asegura que la imagen antes o después aparecerá: "Yo tengo esperanza de que vuelva a nosotros que al fin y al cabo somos los que le tenemos aprecio", comentaba Manuel también de la familia "Rin Rin".
Pero por el momento el misterio sigue rodeando a Vilanova: "La muerte de Don Adolfo fue un misterio, igual que el paradero y el mismo origen de la imagen de la Santa", concluía Faustino.
