Los años de abandono y olvido de la joya del visigótico gallego parece que tendrán fin en 2016, ya que el Gobierno Central, la Xunta de Galicia y la Diputación de Ourense han comprometido partidas por un importe de casi medio millón de euros para acometer reformas que mejorarán el área donde se ubica el templo visigótico de Santa Comba de Bande del siglo VII, así como resolver los urgentes problemas de humedades que le afectan a las pinturas. Un monumento que recibe visitas a diario y que cuenta con la antigua creencia de que confiere fuerza y energía a quien lo visita, ya que está asentado sobre cruces de vías de aguas magnéticas.

Los vecinos de Santa Comba de Bande muestran su satisfacción, y entre ellos María Isabel Alonso, la vecina que ha cuidado y mima el viejo templo desde hace 17 años, momento en el que tomó la llave de esta iglesia visigoda y atiende las visitas de forma gratuita, ya que como manifiesta " es un templo tan importante y tan bonito, que me da pena que la gente no lo conozca, por eso sacrifico mi tiempo, lo llevo haciendo durante años, este templo tenía que ser motivo de orgullo para el propio ayuntamiento de Bande y de toda Galicia."

Asegura que todos los días recibe visitas, de hecho ayer incluso llegaron unas personas que eran alemanes, y "así todo el día", comenta María Isabel, quien destaca que es en otoño y primavera cuando más afluencia hay, y menos en invierno y verano, pero aún así es a diario. Si ella no asumiera esta tarea el templo posiblemente no podría ser visitado, ya que en el pueblo no hay voluntarios, primero porque "no pagan por ello," y segundo porque "todos los vecinos son personas muy mayores, no hay gente joven".

Las llaves se las dio el cura, ya que este templo es propiedad del Obispado, pero de faltar María Isabel el cura no podría asumir su trabajo ya que "viene de la Diócesis de Ourense a dar la misa y se va".

Ante el gran número de visitantes señala que se necesitaría dos personas, ya que cuando ella va al médico o tiene que faltar por alguna razón deja una nota en la puerta de la iglesia "pero aún así me llaman para si podría abrirles".

Adentro hay pinturas, bultos de santos y sobre todo esa misteriosa energía magnética que dice esta vecina desprende este lugar y los visitantes que llega "lo saben".

Pero el proyecto de mejoras de este monumento no solo alegra a los vecinos del pueblo si no también al Grupo Ecologista Outeiro que una vez visitado el templo a finales de 2014 y sorprendido de la humedad que presentan las pinturas interiores, datadas en el siglo XVI, así como el encharcamiento a que está sometida la propia edificación con las lluvias, y según testimonio de los vecinos, hechos que venían sucediendo desde hace seis años.

Esto lleva a Outeiro a presentar una denuncia en septiembre de 2014 ante el SEPRONA de la Guardia Civil. Como consecuencia, las autoridades de Patrimonio de la Xunta visitaron el lugar en dos ocasiones, en el que constaron el deterioro de las pinturas y planteaban la necesidad urgente de reparar el tejado y eliminar las humedades. Para Outeiro es obligación legal y moral arreglarlo, por ser patrimonio de todos, una joya única, y un BIC.