La D.O. Ribeiro ya lleva vendimiado un 5 por ciento de lo previsto, con un adelanto en la maduración de unos 10 días con respecto a las fechas medias que se manejan normalmente en la denominación de origen. Y como novedad, este año el Órgano de Control y Certificación de la D. O. dispone de una aplicación informática de alta movilidad, que le permite una gran efectividad y máxima garantía en la trazabilidad y control de calidad.

A finales de agosto la D.O. Ribeiro inició su campaña de vendimia con cantidades mínimas, variedades de maduración temprana como el Godello y Albariño, localizadas en viñas tempraneras. Paulatinamente se ha ido incrementando la vendimia, pero muy lentamente, sin prisas. Según el director técnico del Consello Regulador, Pablo Vidal, "la climatología que nos acompaña, la sanidad que presenta la uva y el margen de tiempo hasta la época de entrada de borrascas nos lo permite. Es perfecto".

Indica que se irá aumentando progresivamente la intensidad, paralelamente a la maduración de las uvas, hasta alcanzar un máximo a mediados de septiembre, para finalizar en la primera semana de octubre con las uvas y viñedos más tardíos. Lógicamente todo esto esta supeditado a la climatología que acontezca.

De momento la vendimia, técnicamente y con los datos en la mano, "se presenta como una de las mejores de los últimos años, equilibrada en cantidad y con una maduración y sanidad exquisitas". Por todo ello, se prevé recoger entre 14 y 15 millones de kilos de uva, "lo que nos sitúa en la media de la D. O., lo que supone un aumento del 25 por ciento con respecto a la anterior cosecha".

Climatológicamente destaca que la integral térmica registrada este año fue más alta de lo normal, "los marcados diferenciales térmicos registrados en julio favorecieron la formación de componentes aromáticos, aportando complejidad e intensidad, así como la conservación del frescor, importantes características que identifican a los vinos de O Ribeiro".

Pero también las escasas lluvias "evitaron la proliferación de enfermedades criptogámicas y las uvas conservan una sanidad excelente, lo que a su vez ha evitado tratamientos, abundando de esta manera en la calidad de las uvas".

Finalmente agosto y setiembre ofrecieron temperaturas más suaves y alguna precipitación, permitiendo que la planta pudiera finalizar la maduración lentamente, "factor importante para nuestros vinos que permite el equilibrio en las maduraciones fenólica y glucídica, así como la conservación del frescor y expresión aromática, en fin el carácter atlántico equilibrado de nuestros vinos".