Un verano peculiar está viviendo el Concello de Boborás en el que las avispas y los incendios han sido la nota predominante. Tanto así que su concejal de Medio Ambiente, Avelino Prado, ha asumido ya el papel del exterminador de avispas enfundado en su traje especial y ya ha ido a combatirlas en cinco ocasiones.

Primero fue en el pueblo de Paradela donde una vecina dio la voz de alarma al ser picada, luego en el de Astureses donde un trabajador municipal fue el agredido, recientemente en el de Brués, nuevamente en el de Astureses, y alguno más.

En el caso del pueblo de Astureses las avispas aparecen metidas en huecos de los árboles del campo de la Saleta, donde este fin de semana se celebra una romería, por lo que estos días señala Prado que se está limpiando bien la zona y supervisando que no queden más de estos insectos.

Señala que en casi todos los casos son ejemplares inofensivos, y que solo en el de Brués parecían ser avispas asiáticas. El hecho de que este año surjan tantas llamadas de vecinos por este problema puede deberes según el edil a que la gente está más alerta a diferencia de otros años.

Pero no solo estos animalitos están causando molestias sino también los incendios. Dice que ha sido un verano donde ha ardido mucho monte a diferencia de otros, y algún fuego de gran trascedencia.