El fuego volvió ayer a la parroquia de Vilar de Astrés, en el perímetro rural, cuatro días después de que otro incendio amenazase las viviendas en esta localidad. El de ayer comenzó a las tres y media de la tarde y quedó controlado a las cinco y media, con un balance provisional de 15 hectáreas de superficie quemada, según los datos de la Consellería de Medio Rural. El importante despliegue de medios de extinción, con siete helicópteros, seis aviones, nueve agentes, diez brigadas y cuatro motobombas, atajó las llamas en cuestión de minutos, a pesar de que el foco se inició con mucha fuerza. La columna de humo intranquilizó a los vecinos después de que en el fuego del pasado viernes se declarase el nivel dos de emergencia por riesgo para la población.

Fuentes municipales explicaron que el fuego, que se inició en el kilómetro 5 de la carretera comarcal, afectó a una zona boscosa entre Sartédigos y Madrosende y que las llamas avanzaban hacia el concello de Amoeiro. Los medios terrestres y aéreos lograron frenarlo cuando se aproximaba a dos casas. También participaron los bomberos y la policía local.

Además de este incendio se registraron otros en la provincia. En el lugar de Calvos, concello de Bande, un fuego afectó a 1,4 hectáreas, una de ellas de arbolado. Vilardevós, donde ardieron 174 hectáreas este fin de semana, sufrió un nuevo incendio, esta vez en la parroquia de Osoño. Se inició a las tres y media de la tarde y quedó extinguido a las 18,30 horas con la intervención de dos agentes, siete brigadas, tres motobombas, tres helicópteros y cuatro aviones. Ardieron tres hectáreas. Los medios también se movilizaron para Lobás, O Carballiño, donde se registró otro foco.