Un tira y afloja de intereses se produce de vez en cuando entre administración y particulares, ambos encargados de la gestión de los seis parques naturales que existen en Galicia, pues un 80% de su territorio está en manos privadas.

En Ourense, el parque con más extensión, el de Baixa Limia- Serra do Xurés es de los más alejado del control gubernamental pues a él solo le pertenece un 3% de la propiedad.

Más extrema es la situación de la reserva de A Serra da Enciña da Lastra. Sus 3.151 hectáreas son propiedad intégra de un titular privado. Pero también se da lo opuesto en O Invernadoiro, cuyo territorio situado en el concello de Vilariño do Conso, pertenece por entero a la Xunta de Galicia.

Un panorama que en ocasiones, como ocurrió en las Fragas do Eume, puede suponer un problema. Lo supuso más concretamente para el borrador del Plan Reitor de Usos e Xestión que debe enfrentarse a regular un territorio en el que un 79% de su extensión tiene propietario.

Otro de las tareas pendientes de la Administración gallega con los parques naturales es la construcción de Centro de Interpretaciónde Parques Naturales de Galicia.

Un proyecto que empezó a desenvolverse en la ciudad de Ourense pero que quedaba paralizado por la crisis y las políticasde ahorro, cuando habían sido ejecutadas ya un 70%de las obras.