Hablar de gaitas era, hace unos años, hablar de la gaita irlandesa, pero, en la actualidad, gracias al trabajo de difusión que realizan el Museo Internacional de Cornamusas y la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense, el instrumento gallego ha aumentado su presencia en el extranjero. "Su versatilidad, cromatismo, sencillez y el uso de una escala temperada facilita el aprendizaje y la divulgación de nuestra gaita", afirma Xosé Lois Foxo, director del museo y la banda.

El libro "Os segredos da gaita", escrito por Foxo y editado en Ourense en 1982 se ha convertido en un referente mundial para todos aquellos que quieren aprender las técnicas de afinación de este instrumento. La obra, que va ya por su séptima edición, ha sido traducida al castellano, inglés, alemán, francés, japonés y próximamente estará disponible su versión en ruso.

Otra de las publicaciones que ha contribuido a aumentar la popularidad de la gaita gallega, ya que se distribuye por todo el mundo, es el "Anuario da Gaita", cuyo número 29 se presentará mañana en el Pazo Provincial.

La Real Banda de Gaitas lleva treinta años dedicada a difundir el instrumento más tradicional de Galicia. Sin embargo, su labor no acaba ahí; durante este tiempo, Xosé Lois Foxo se ha dedicado a viajar y recoger música de distintas zonas de Europa en las que, por diversas razones, no se tenían registros del uso de la gaita en su folclore.

En el Museo Internacional de Cornamusas hay un total de 70 piezas expuestas al público. Foxo destaca las que provienen de países "como Georgia, Estonia, Serbia, Croacia, Lituania o antiguas repúblicas de la URSS", donde la tradición gaiteira había desaparecido. Pero hay más, especialistas del centro se encargan de reconstruir modelos barrocos, "especialmente de Italia" y en el edificio se pueden ver también gaitas mediterráneas procedentes de Grecia, Turquía, Túnez o Malta; cada una con su propia personalidad.

"El centro está recibiendo visitas estudiosos que vienen de diferentes partes del mundo", cuenta Foxo. El último ha sido el holandés Janig Plantinga, que llegó a la provincia con la intención de ver cuáles eran las características que diferencian a las gaitas de diferentes países. Escogen Ourense porque es aquí donde se encuentra el museo de cornamusas más completo que existe. "Los investigadores pueden tocar la gaita, tomar medidas, o construir instrumentos", explica Foxo. Asimismo, el centro cultural guarda grabaciones de gaiteros tradicionales de varias regiones europeas.

De Galicia a Japón

La presencia de nuestra gaita en el extranjero ha aumentado notablemente en los últimos tiempos. "Cuando fuimos a hacer la gira en Rusia había sesenta gaiteros en San Petersburgo esperándonos en el aeropuerto", cuenta el director de la banda. No sólo eso, en San Petersburgo y Moscú existen dos fábricas que se dedican a la construcción del instrumento gallego. Algo similar ocurre en Japón, donde el profesor Toru Sonoda fabrica gaitas y da clase en su taller de Tokio. El país nipón cuenta con alrededor de 300 alumnos de gaita gallega y en Alemania, que tuvo tradición hasta 1850, cerca de 600 personas tocan este instrumento.