A punto de finalizar el mes de agosto y tras su notable ausencia en las fiestas patronales de Avión, el luto en el que vive envuelto la familia Vázquez Raña ha desembocado en un secretismo sobre la presencia de Olegario en el pueblo natal de su familia y donde en los últimos veranos solía dejarse ver con el multimillonario empresario de las Telecomunicaciones Carlos Slim.

Pasan los días, agosto se acaba y su presencia en la vida del pueblo ha sido nula. En Avión coinciden en reseñar que, de estar, "no sale de casa, no se le vio en ningún momento por el pueblo", pero de cuya actitud no se muestran sorprendidos debido a los recientes fallecimientos a los que tuvo que hacer frente en su familia: su hermano Apolinar Vázquez Raña el pasado mes de julio y su otro hermano Mario, en febrero, a lo que suma, según recuerdan en el pueblo, la muerte de su suegra. "Es normal que lleve una vida más discreta y retirada. Está todo muy reciente", justifican.

Más visibles para los vecinos de Avión ha sido una parte de su familia. Los hijos y los nietos de Olegario Vázquez Raña pasaron unos días de descanso vacacional en Avión, aunque ya han abandonado el pueblo, como confirman en el lugar.

Pero del cabeza de familia nada se sabe. Hay que retroceder hasta el mes de julio para situar a Olegario Vázquez Raña en Avión. Según recuerdan gentes del entorno, Olegario se había desplazado hasta el pueblo de sus orígenes a finales del mes pasado con la intención de pasar unos días de asueto.

No obstante, su estancia en el lugar duró escasamente unas horas debido al fallecimiento de su hermano Apolinar, que le obligó a tomar camino nuevamente hacia tierras mexicanas. "Acababa de llegar y en cuestión de horas tuvo que dejar el pueblo. Estaba destrozado", recuerdan.

Tras esa fugaz estancia en Avión, el mes de agosto era una cita obligada en su agenda de vacaciones de todos los años, donde aprovecha unos días para descansar y para hacer vida social con los lugareños. Pero por ahora está siendo un agosto completamente diferente, ni vida social, ni paseos con Carlos Slim. "No lo hemos visto, pero de estar es normal que tenga pocas ganas de fiesta", dicen sus vecinos. Las visitas de todos los días al bar para jugar la partida este año todavía no se han producido.